de Nature
Los anillos de polvo ligeramente descentrados y con límites bien definidos que rodean algunas estrellas podrían ser el resultado de las interacciones entre gas y polvo, más que los efectos gravitatorios de planetas, como se había propuesto anteriormente. El descubrimiento, publicado en la edición de esta semana de la revista Nature, podría reducir notablemente las estimaciones del número de exoplanetas.
Muchas estrellas cercanas, especialmente las jóvenes, están rodeadas por discos de escombros de polvo, que están en órbita alrededor de las estrellas a distancias aproximadamente equivalentes a la distancia a la que Plutón está en órbita alrededor del Sol. En el interior de algunos de estos discos hay anillos de polvo con bordes inesperadamente bien delimitados y órbitas ligeramente descentradas. Wladimir Lyra, un astrofísico del California Institute of Technology en Pasadena y coautor del estudio más reciente, afirma que los investigadores a menudo han atribuido estas irregularidades a las atracciones gravitatorias de exoplanetas que son demasiado débiles para ser observados directamente.
Este fenómeno es comparable a la labor de escultoras de las "lunas pastoras" en porciones de los sistemas de anillos que rodean Neptuno y Saturno. La estrella Fomalhaut (HD 216956) muestra uno de los ejemplos más preeminentes de irregularidad en un anillo de polvo, y algunos sugieren que el anillo de polvo excéntrico y con bordes nítidos que rodea la estrella está relacionado con la presencia de objetos del tamaño de planetas.
"A menudo es fácil ver algo que no puedes explicar, y echar la culpa a algo que no puedes ver", comenta Lyra. Pero ahora, detallados modelos por computadora desarrollados por Lyra y Marc Kuchner, un astrofísico en el Goddard Space Flight Centre de NASA, sugieren que los científicos no necesitan invocar la presencia de planetas para explicar las estructuras anómalas. Las simulaciones anteriores habían ignorado en su mayor parte los efectos que gas presente en los discos de escombros pudiera producir en el polvo, comenta Kuchner.http://observatori.uv.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario