La atmósfera actual de la Tierra apenas tiene rasgos de lo que fue en su formación. Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Caltech y Universidad Hebrea han descubierto que fue un aluvión de impactos de pequeños asteroides lo que "borró" parte de la atmósfera primitiva, al menos, dos veces desde su formación, hace más de 4.000 millones de años.
A través de un estudio, publicado en 'Icarus', los científicos exponen que un bombardeo incesante de pequeñas rocas espaciales, o planetesimales, pudo haber bombardeado la Tierra en el momento en el que se formó la Luna, levantando nubes de gas con la fuerza suficiente como para expulsar permanentemente pequeñas porciones de la atmósfera en el espacio.
Según calculan, decenas de miles de estos pequeños impactos podrían truncar de manera eficiente toda atmósfera primitiva de la Tierra. Además, explican que estos impactos pueden haber arruinado otros planetas, e incluso desprendido las atmósferas de Venus y Marte, informa Science Direct.
De hecho, los investigadores encontraron que los impactos de los pequeños planetesimales pueden ser más destructivos en cuanto a pérdida atmosférica. Sobre la base de sus cálculos, se necesitaría un impacto casi gigante --más masivo que si la Tierra se estrellara contra sí misma-- para dispersar la mayor parte de la atmósfera. Pero en conjunto, muchos pequeños impactos tendrían el mismo efecto, en una pequeña fracción de la masa.
El autor principal del trabajo, Hilke Schlichting, ha explicado que este hallazgo puede ayudar a los científicos a identificar las primeras condiciones planetarias que ayudar a formar la vida. "Da un nuevo punto de partida para tratar de entender cuál era la composición de la atmósfera, y cuáles eran las condiciones para el desarrollo de la vida", ha añadido.
El grupo examinó cómo se conserva y se pierde atmósfera tras el impacto con rocas del tamaño de Marte y cuerpos más grandes y más pequeños, equivalentes a las que existen alrededor del cinturón de asteroides. El equipo realizó análisis numéricos, el cálculo de la fuerza generada por una masa de impacto dado a una cierta velocidad, y la consiguiente pérdida de los gases atmosféricos.
En una colisión con un impactador tan masivo como Marte, los investigadores encontraron que generaría una onda de choque, a través del interior de la Tierra, que desencadenaría en un movimiento parecido a terremotos gigantes simultáneos en todo el planeta. La fuerza de este proceso haría ondular a la atmósfera que, potencialmente, expulsaría una fracción significativa de sí mismo, sino toda, según ha apuntado el experto.http://www.europapress.es/ciencia
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