viernes, 14 de febrero de 2014

Un drástico cambio químico precede a la formación de nuevos sistemas planetarios

Una nueva estrella se forma por la contracción gravitacional de una nube molecular interestelar formada por gas y polvo. En el curso de este proceso, un disco de gas (disco protoplanetario), cuyo tamaño es del orden de 100 unidades astronómicas (1 UA es la distancia de la Teirra al Sol), se forma alrededor de la protoestrella y evoluciona en un sistema planetario.

El Sistema Solar también se formó de esta manera hace unos 4.600 millones de años, y la vida, finalmente, nació en la Tierra. ¿fue única en el Universo la situación que se produjo en el Sistema Solar? Con el fin de responder a esta pregunta, es esencial la comprensión de la formación de los discos protoplanetarios, así como la evolución química asociada en varias regiones de formación estelar.

Ha habido grandes esfuerzos observacionales realizados hacia esta meta. Hasta ahora, la mayoría de ellos se han centrado en los cambios en la estructura física y la cinemática durante el proceso de formación. Sin embargo, era muy difícil distinguir el disco protoplanetario de su envoltorio con este enfoque.


La evolución química asociada con la formación del disco ha sido escasamente estudiada en observaciones debido a la falta de sensibilidad y resolución espacial de los telescopios de radio anteriores. Como resultado, un modelo de cálculo químico con muchos supuestos es el único enfoque. Los cambios físicos y químicos en la formación del disco deben estar acoplados entre sí. La formación del disco alrededor de una joven protoestrella ha sido ahora explorada desde un punto de vista químico y físico y la simultáneo.

L1527, en la nube molecular Tauro, es un núcleo que alberga una joven protoestrella. Un equipo internacional liderado por el doctor Nami Sakai, de la Universidad de Tokio, realizó observaciones de alta sensibilidad con el telescopio ALMA de nueva construcción en el desierto de Atacama, en Chile; y se investigó el proceso de formación del disco utilizando las líneas espectrales de varias moléculas .

La investigación ha encontrado que las moléculas de cadena de carbono y sus especies relacionadas, tales como el cíclico-C5H2 desaparecen casi completamente de la fase gaseosa dentro de un radio de alrededor de 100 unidades astronómicas de la protoestrella. Las mediciones precisas del movimiento del gas utilizando el desplazamiento Doppler en las líneas espectrales de los componentes de los gases revelaron que 100 UA corresponden al radio de la barrera centrífuga. En este radio, el gas se detiene y se acumula debido a la fuerza centrífuga, y luego se transfiere gradualmente al disco interior. Es decir, este es el borde de la región de formación de disco.

BARRERA CENTRÍFUGA

Por otra parte, la distribución de moléculas de monóxido de azufre (SO) se encuentra en una estructura de anillo situado en el radio de la barrera centrífuga (de 100 UA). Además, la temperatura de las moléculas de SO es más alta que la del gas que cae. Esto significa que el gas que cae probablemente provoca un choque débil cuando en precipita en el borde exterior del disco en la barrera centrífuga.

La temperatura del gas se eleva alrededor de este radio, y las moléculas congeladas en los granos de polvo se liberan en la fase de gas. Por lo tanto, la línea espectral del SO destaca también la parte delantera del disco. Con la densidad del disco, la mayoría de las moléculas se congelan en granos de polvo en el mismo después de que pasan a través de la parte delantera.

No se esperaba que un cambio químico tan drástico se produjera en la zona de transición entre la envoltura que se precipita al disco y el propio disco interno.

Este estudio ha demostrado un cambio drástico en la composición química asociada con la formación de disco alrededor de la joven protoestrella. Este éxito fue logrado por la alta sensibilidad y alta resolución espacial ode las bservaciones con ALMA, y un estudio de este tipo se extenderá a otras regiones de formación estelar. En particular, es muy interesante analizar si es aplicable la imagen que se ve en la L1527 a otras regiones de formación estelar. Aunque se han hecho muchos esfuerzos de observación destinados a comprender la formación del sistema planetario, este estudio es novedoso al centrarse en el cambio químico.

Al extender este nuevo método a varias protoestrellas de tipo solar con ALMA, en los próximos años se revelará la diversidad y el carácter general de la evolución química de la materia interestelar a la materia planetaria. Entonces, podemos examinar críticamente si el Sistema Solar experimentó este cambio químico drástico.

En paralelo con el enfoque astronómico, el origen del Sistema Solar está siendo investigado por la exploración de los meteoritos, la espectroscopia de los cometas, las misiones de retorno de muestras a los asteroides, y así sucesivamente. El presente estudio también tendrá un fuerte impacto en estos estudios sobre el origen de las nubes interestelares.http://www.europapress.es/ciencia

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