El enjambre de satélites Swarm ha sido lanzado con éxito hoy desde el cosmódromo ruso de Plesetsk. La misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) está compuesta por tres satélites que estudiarán al detalle el campo magnético de la Tierra, que lleva debilitándose 200 años por razones desconocidas.
La misión ha salido a las 13:02 Hora española a bordo de un cohete ruso Rockot. El lanzamiento no ha estado exento de ansiedad ya que el sistema de lanzamiento, que lleva partes de antiguas cabezas nucleares soviéticas readaptadas, había sufrido cinco fallos desde 2011. Dos minutos después del lanzamiento un portavoz de la ESA ha explicado que la separación de las tres etapas del cohete marchaba con normalidad.
En torno a una hora y media después del lanzamiento los tres satélites saldrán disparados de la vaina que los contiene impulsados por tres muelles que los separarán ligeramente para evitar que choquen unos con otros. Unos minutos después enviarán su primera señal a la Tierra. A partir de ese momento el mando de la misión pasará del centro de control en Rusia al de la ESA, que está en Darmstadt, Alemania.
“Hasta este momento somos como pasajeros montados a un autobús y no tenemos el control”, ha explicado hoy Carlo Ferri, jefe del Departamento de Operaciones de la ESA. Una vez separados los tres satélites con éxito, el equipo de Ferri tomará el timón hasta el final de la misión previsto para dentro de cuatro años.
Esta noche, en torno a las 10 hora peninsular española, sucederá otro momento clave: la extensión del poste en uno de los satélites. El brazo se abre automáticamente cuando un cuchillo térmico corta unas ligaduras. Fijados a ese poste van los dos instrumentos principales del satélite para medir campos magnéticos. Los otros dos postes se desplegarán en la madrugada de mañana. La ESA tendrá entonces por delante tres meses para ajustar las órbitas del enjambre de satélites. “Las actividades puramente científicas comenzarán a finales de febrero o principios de marzo”, ha explicado Ferri.
Dos de los satélites de Swarm compartirán la misma altura de órbita separados por unos 70 kilómetros de distancia, o, lo que es lo mismo, un lapso de siete segundos en su trayectoria alrededor de la Tierra. Comenzarán a una altura de 460 kilómetros e irán decayendo hasta los 300 kilómetros mientras toman mediciones cada vez más detalladas de los diferentes campos magnéticos que genera la Tierra. Este campo magnético, conocido como magnetosfera, es una enorme burbuja que llega hasta más de 60.000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra y protege al planeta de las partículas a alta energía llegadas del Sol. El tercer satélite orbitará a 530 kilómetros .http://esmateria.com
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