University of Michigan / Nature
Durante décadas, los astrónomos se han preguntado sobre una extraña fuente de rayos X situada en un brazo de la Galaxia del Remolino, justo al final del mango del asterismo conocido como El Carro.
El objeto, como otros llamados fuentes ultraluminosas de rayos X, es un sistema constituido por una estrella y un agujero negro, que están en órbita uno alrededor del otro. Pero su brillo y masa estimada no parece que estén de acuerdo. O el sistema es el doble de brillante de lo que debería de ser, o es mucho más masivo de lo que los científicos han medido. La respuesta es importante, en parte, porque podría contribuir a las teorías sobre cómo se formaron los agujeros negros supermasivos del centro de las galaxia.
"Éste ha resultado ser un campo de trabajo muy frustrante", comenta Joel Bregman, profesor de astronomía de la Universidad de Michigan. "Hemos estado buscando medidas indirectas que pensábamos que nos dirían algo, pero lo que encuentras son diez datos y cinco están de un lado y cinco del contrario. Piensas, 'esto podría haber sido resuelto si tan sólo hubiese podido medir la masa de forma directa' ".
Ahora Bregman forma parte de un equipo internacional que ha hecho esto. En descubrimientos publicados en la edición de hoy de Nature, muestran que el agujero negro del sistema es uno bastante típico, al menos en lo que respecta a su masa. Es lo que llamamos un agujero negro estelar, el tipo que se forma cuando una estrella de hasta 200 veces el tamaño de nuestro Sol colapsa al final de su vida.
"Como si los agujeros negros no fuesen suficientemente extremos, éste es uno realmente extremo que brilla tanto como le es factible. Ha encontrado un modo de ser más luminoso de lo que creíamos posible", afirma Bregman. "Estos descubrimientos nos muestran que nuestra comprensión del proceso de acrecimiento en agujeros negros es incompleta y necesita ser revisada", añade Jifeng Liu, primer autor del artículo.
El acrecimiento es el proceso por el que los agujeros negros consumen material, creciendo y radiando de forma indirecta. Aunque nada, ni siquiera la luz, puede escapar de los agujeros negros, el material que cae en espiral hacia dentro de ellos emite rayos X. Los astrónomos estudian estos rayos X en un esfuerzo por comprender cómo crecen los agujeros negros.http://observatori.uv.es/
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