Un conjunto de 25 galaxias de disco. La imagen de la izquierda muestra luz emitida en la línea H-alfa del gas interestelar como resultado de la formación activa de estrellas, mientras que los paneles de la derecha muestran la luz óptica emitida por una mezcla de estrellas jóvenes (azuladas) y viejas (rojizas). Debajo de cada galaxia se puede ver su imagen de canto. Crédito: Colaboración TNG.
Un equipo de astrónomos ha demostrado que el simple tamaño de una galaxia influye en el momento en que dejará de formar estrellas nuevas.
Anshu Gupta y Kim-Vy Tran (The University of New South Wales, Sydney) han descubierto que en el caso de las galaxias que poblaban el Universo hace 10 mil millones de años, se puede predecir el final de la fase de formación de estrellas en función del tamaño del disco de la galaxia (la región plana, circular, que rodea su centro y que alberga estrellas, gas de hidrógeno y polvo).
«Donde las estrellas del disco se encuentran ampliamente distribuidas (podrías llamarlo ‘esponjoso’) el gas permanece más frío, por lo que continúa coalesciendo bajo la gravedad y formando estrellas nuevas», explica Gupta.
«En las galaxias con discos más compactos, el gas se calienta con bastante rapidez y pronto tiene demasiada energía para concentrarse, así que la formación de estrellas acaba justo después del mediodía cósmico. Los discos esponjosos duran mucho más tiempo, digamos que hasta la hora del té de la tarde cósmica».https://observatori.uv.es/en-el-mediodia-cosmico-las-galaxias-esponjosas-formaron-estrellas-durante-mas-tiempo/
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