martes, 6 de junio de 2017

Voluntarios de ciencia ciudadana descubren un frío mundo nuevo cerca del Sol

El ‘folioscopio’ en el que los científicos ciudadanos identificaron la nueva enana marrón, mostrada dentro del círculo rojo. Crédito: NASA.
Un nuevo proyecto de ciencia ciudadana, publicado a principios de este año para ayudar a los astrónomos a individuar mundos nuevos escondidos en las afueras de nuestro Sistema Solar, ya ha realizado su primer descubrimiento: una enana marrón a poco más de 100 años luz de distancia del Sol. Sólo seis días después del lanzamiento del proyecto: Backyard Worlds: Planet en febrero, cuatro usuarios distintos alertaron al equipo científico sobre este curioso objeto, cuya presencia ha sido confirmada con un telescopio infrarrojo.



El proyecto Backyard Worlds (Mundos del vecindario) permite a cualquiera que disponga de una computadora y una conexión a internet examinar imágenes tomadas por la nave espacial WISE (Wide Field Infrared Survey Explorer) de NASA. Si un objeto está suficientemente cerca de la Tierra parecerá saltar cuando se comparan entre sí varias imágenes del mismo lugar del cielo tomadas en años distintos. El objetivo de los voluntarios – que son más de 37000 ya – es señalar los objetos que ven que se mueven en estos folioscopios para que sean investigados en mayor profundidad por el equipo científico. Hasta ahora los voluntarios han clasificado más de 4 millones de folioscopios.

Pocos días después del debut de la página web de Backyard Worlds, Bob Fletcher, un profesor de ciencias de Tasmania, identificó un objeto muy débil moviéndose en las imágenes de WISE. Pronto fue identificado por otros tres ciudadanos científicos de Rusia, Serbia y los Estados Unidos. Tras una investigación inicial realizada por el equipo científico, que originalmente llamó al objeto “enana de Bob”, Jackie Faherty (American Museum of Natural History) consiguió tiempo de observación en un telescopio infrarrojo de NASA instalado en Hawái, con el que confirmó que se trataba de una enana marrón desconocida, con una temperatura sólo algunos cientos de grados más alta que la de Júpiter. Los autores afirman que los rastreos del cielo no habían detectado este objeto porque es demasiado débil. Los cuatro voluntarios son coautores del artículo científico que anuncia el descubrimiento.

“Es posible que exista un mundo frío aún más cerca que la estrella que pensamos que es la más próxima al Sol”, explica Faherty. “Con tiempo suficiente pienso que nuestros voluntarios ayudarán a completar el mapa de nuestro vecindario solar”.https://observatori.uv.es

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