Ilustración de artista que representa el sistema planetario Trappist-1, constituido por una estrella y siete planetas aproximadamente del tamaño de la Tierra. Crédito: NASA/R. Hurt/T. Pyle |
Hasta ahora había dos teorías prevalecientes sobre la formación de estos planetas. La primera asumía que se formaron más o menos en el lugar donde se encuentran actualmente. Pero esto es poco probable porque el disco de polvo a partir del que se formaron los planetas habría tenido que ser muy denso.La segunda asume que se formaron mucho más lejos en el disco y que migraron hacia el interior posteriormente. Esta teoría no explica por qué todos los planetas de Trappist-1 tienen el mismo tamaño que la Tierra.
Ahora el equipo de investigadores de Amsterdam ha propuesto un modelo en el que son guijarros los que migran en vez de planetas completos. El modelo comienza con guijarros, principalmente de hielo, que vienen flotando desde las regiones exteriores del disco. Cuando llegan a la llamada línea del hielo (el punto a partir del cual la temperatura es tan alta que permite que haya agua líquida) consiguen una porción adicional de vapor de agua. Como resultado, se unen entre sí formando protoplanetas. Entonces el protoplaneta se acerca un poco más a la estrella. A lo largo de su camino recoge más guijarros, como una aspiradora, hasta que alcanza el tamaño de la Tierra. Entonces el planeta se acerca aún más y deja espacio para la formación del planeta siguiente.
La clave, según los investigadores, está en la unión de los guijarros cerca de la línea del hielo. Al cruzar dicha línea, los guijarros pierden su hielo de agua. Pero esa agua es reutilizada en el siguiente cargamento de guijarros procedente de las regiones exteriores del disco de polvo. En Trappist-1 este proceso se fue repitiendo hasta que se formaron los 7 planetas.https://observatori.uv.es
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