miércoles, 20 de febrero de 2013

¿Podía haberse evitado el impacto del asteroide en Rusia?

Un millar de heridos y un susto descomunal. El causante: un asteroide de unos 17 metros de diámetro y 10.000 toneladas cuya entrada en la atmósfera sobre los Urales, en Rusia, no pudo ser prevista por los sistemas de alerta de los que disponen organismos como la NASA. Lo ocurrido en la ciudad de Chelyabinks ha sido, desde luego, algo excepcional, pero la agencia espacial estadounidense, investigadores de universidades y grupos privados lo consideran una lección. Todos ellos trabajan en diferentes sistemas de alertas de asteroides para detectar detectar objetos que lleguen del espacio del tamaño del ruso, pequeños pero peligrosos.

Eventos como el de la semana pasada en Rusia, ocurridos en una zona poblada y con heridos, son raros. «Esperamos que un evento de esta magnitud se produzca una vez cada 100 años como promedio», apunta Paul Chodas, del Programa de Objetos Cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés) en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California.


La NASA estima que antes de entrar en la atmósfera de la Tierra por encima de Rusia, el asteroide medía 17 metros diámetro y pesaba 10 toneladas, parámetros con los que está de acuerdo la Agencia Espacial Europea (ESA). Los fragmentos del asteroide causaron una explosión equivalente a 500.000 toneladas de TNT.

El mismo día, un asteroide bastante más grande, de 45 metros de diámetro, el ya famoso 2012 DA14, pasó zumbando inofensivamente cerca de la Tierra. De haber impactado, algo absolutamente descartado de antemano, podría haber destruido una gran ciudad. Si embargo, hace diez años la NASA no habría sido capaz de detectar esta roca, según apuntaba recientemente Lindsey Johnson, del programa de NEOs de la NASA.

Difíciles de rastrear
Según Johnson, existen unos 500.000 objetos parecidos volando cerca de la Tierra, pero son difíciles de rastrear debido a su pequeño tamaño. En línea con el objetivo fijado por el Congreso en 1998, la NASA ya ha descubierto y catalogado alrededor del 95% de los asteroides de un kilómetro o más de diámetro que se encuentran en la órbita de la Tierra alrededor del Sol y que por su tamaño podrían causar una megadestrucción.

Actualmente, el programa NEO de la NASA detecta y rastrea los asteroides y cometas que se acercan a la Tierra con telescopios terrestres y otros en órbita. Los científicos estiman que su masa y órbita para deducir si representan algún peligro.

Con este sistema, el radio telescopio de Arecibo en Puerto Rico, que cuenta con una antena de 305 metros de diámetro, puede observar con gran sensibilidad un tercio del cielo nocturno y detectar asteroides.

Todas las observaciones de asteroides que se hagan en cualquier parte del mundo, incluso por parte de aficionados, deben ser transmitidas al Centro de Planetas Menores, que está financiado por la NASA y administrado por el Observatorio Astrofísico Smithsoniano.

Una semana de antelación
Pero en tiempos de presupuestos ajustados como estos, la NASA está tratando de desarrollar otros sistemas específicamente capaces de rastrear pequeños objetos en el espacio, como el proyecto de la Universidad de Hawaii llamado Atlas (Asteroid Terrestrial-Impact Alert System). Los investigadores afirman Atlas, que controlará todo el cielo visible cada noche, será capaz de detectar objetos de 45 metros de diámetro una semana antes de que lleguen a nuestro planeta.

El objetivo es encontrar los objetos y dar aviso con antelación para que las autoridades puedan tomar medias para proteger a la población, según John Tonry, el investigador principal en Atlas. El sistema tiene una sensibilidad suficiente para detectar la llama de una cerilla en la ciudad de Nueva York cuando se ve desde San Francisco, por ejemplo.

«Eso da tiempo suficiente para evacuar la zona y tomar medidas para proteger a los edificios y otras infraestructuras y estar alerta ante el peligro de tsunami generado por los impactos del océano», según la web de Atlas.

El «centinela» del espacio
Pero los esfuerzos de la NASA son consideradas insuficientes por antiguos astronautas de la agencia y científicos que pasado año lanzaron un proyecto para financiar, construir y poner en marcha el primer telescopio espacial privado para rastrear asteroides y proteger a la humanidad.

La fundación llamada B612 está tratando de recaudar 450 millones de dólares para construir y desplegar un telescopio espacial que se llama Sentinel y colocarlo en órbita alrededor del Sol, a una distancia de 273 millones de kilómetros de la Tierra para detectar la mayoría de los objetos que, de otra manera, no son visibles. La cuestión es que no vuelva a ocurrir lo de Rusia. Ni algo peor. http://www.abc.es/ciencia

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