La primera evidencia de la destrucción de un planeta por su vieja estrella ha sido descubierta por un equipo internacional de astrónomos. Los científicos creen que este mundo ahora desaparecido fue devorado por su estrella cuando ésta comenzó a expandirse como una «gigante roja», una anciana grande e hinchada que ya ha consumido buena parte de su energía. «Un destino similar puede esperar a los planetas interiores de nuestro Sistema solar, cuando el Sol se convierta en una gigante roja y se expanda hasta llegar a la órbita de la Tierra dentro de unos 5.000 millones de años», explica Alexander Wolszczan, profesor de Astronomía y Astrofísica en la Universidad Estatal de Pensilvania y uno de los miembros del equipo de investigación.Los astrónomos llegaron a la conclusión de la destrucción del planeta extrasolar, ahora desaparecido, tras analizar la «escena del crimen» con el telescopio Hobby-Eberly, situado en el observatorio McDonald, de la Universidad de Texas. Los investigadores estudiaban la vieja estrella y buscaban planetas a su alrededor cuando descubrieron un planeta masivo en una órbita soprendentemente elíptica alrededor de la misma estrella gigante roja, llamada BD 48 740, que es más antigua que el Soly tiene un radio alrededor de once veces más grande. Esa inusual órbita elíptica del planeta superviviente y la peculiar composición química del planeta indicaban que allí había ocurrido algo siniestro.
«Nuestro análisis espectroscópico revela que esta estrella gigante roja contiene una cantidad anormalmente alta de litio, un elemento raro creado principalmente durante el Big Bang hace 14.000 millones de años atrás», dice Monika Adamow, miembro del equipo de investigadores. El litio se destruye fácilmente en las estrellas, por lo que su abundancia en una estrella tan antigua es inusual. Los científicos creen que se trata de una prueba de la digestión del planeta.
Un planeta a la fuga
La segunda pieza de evidencia descubierta por los astrónomos es la órbita altamente elíptica del planeta masivo recién descubierto, que es al menos 1,6 veces la masa de Júpiter. «Este planeta gira alrededor de la estrella en una órbita que es sólo un poco más ancha que la de Marte en su punto más estrecho, pero es mucho más amplia en su punto más lejano», explican los científicos. «Estas órbitas son poco comunes en los sistemas planetarios alrededor de estrellas evolucionadas y, de hecho, la órbita de este planeta es la más elíptica detectada hasta ahora». Debido a que las interacciones gravitacionales entre los planetas son responsables de órbitas tan peculiares, los astrónomos sospechan que la zambullida del planeta perdido hacia la estrella antes de que se convirtiera en una gigante podría haber dado al planeta superviviente un arranque de energía, arrojándolo a una órbita excéntrica como un «boomerang».
«La captura de un planeta en el acto de ser devorado por una estrella es una proeza casi improbable de lograr debido a la velocidad del proceso, pero la existencia de tal colisión se puede deducir en la forma en que ello afecta a la composición química estelar», explica Eva Villaver, de la Universidad Autónoma de Madrid. Además, la órbita muy alargada del planeta superviviente ya no deja lugar a dudas.
El estudio será publicado en la revista Astrophysical Journal Letters y puede encontrarse en arXiv. http://www.abc.es/ leer mas
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