miércoles, 23 de febrero de 2022

El secreto de Venus puede hallarse escondido en el calor de la noche



 Venus visto en el infrarrojo cercano con el Telescopio Nazionale Galileo (TNG). La secuencia demuestra el proceso de sustracción del brillo de la cara diurna de Venus, de modo que pueden analizarse los detalles de la cara nocturna. Las áreas oscuras de la parte derecha de la primera y tercera imágenes son nubes, mientras que las zonas brillantes son regiones menos opacas a través de las cuales escapa la radiación térmica (infrarroja) desde la superficie del planeta. Crédito: Pedro Machado, et al. 2022.

Un nuevo estudio presenta las medidas más completas y detalladas de la velocidad del viento en Venus paralelo al ecuador (viento zonal), a la altura del límite inferior de la cubierta de nubes (unos 48 kilómetros sobre la superficie) , y lo ha comparado con la velocidad medida sobre la cubierta de nubes, a una altitud de 70 km respecto de la superficie.

El trabajo fue realizado observando y siguiendo las nubes de Venus en intervalos de una hora, de polo a polo, tomando imágenes en el infrarrojo de la cara nocturna del planeta captadas con el Telescopio Nazionale Galileo (TNG) en La Palma (Islas Canarias), entre el 11 y el 13 de julio de 2012. En esos mismos días y en coordinación con las observaciones desde Tierra, la sonda Venus Express de la ESA observó en luz ultravioleta la parte superior de las nubes, a unos 70 kilómetros de altitud.

Los resultados muestran que la velocidad del viento es de unos 216 kilómetros por hora en la base de la capa de nubes y a latitudes medias, disminuyendo a la mitad más cerca de los polos. Además, en la cara diurna y en solo un espacio de 20 kilómetros, el viento paralelo al ecuador sufre un aumento de velocidad de 150 km/h más.https://observatori.uv.es/el-secreto-de-venus-puede-hallarse-escondido-en-el-calor-de-la-noche/

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