Investigadores chinos demostraron que las algas pueden sobrevivir en un entorno similar al que tiene el planeta Marte.
Llegar a esta conclusión ha sido posible gracias al resultado de cuatro experimentos efectuados desde el año 2019.
Llegar a esta conclusión ha sido posible gracias al resultado de cuatro experimentos efectuados desde el año 2019.
Los modelos sugieren que es posible que algunas de estas zonas sean restos de los procesos que dieron forma a la Tierra primitiva, según publican en la revista 'Nature Geoscience'.
"De todas las características que conocemos del manto profundo, las zonas de velocidad ultrabaja son probablemente las más extremas --explica Michael S. Thorne, profesor asociado del Departamento de Geología y Geofísica--. De hecho, son algunas de las características más extremas que se encuentran en cualquier parte del planeta".
Usando el radiotelescopio gigante FAST, científicos chinos han identificado 509 nuevos púlsares, que es cuatro veces la cantidad total de púlsares identificados por otros telescopios en todo el mundo.
Los púlsares, o estrellas de neutrones de giro rápido, se originan en los núcleos implosionados de estrellas masivas moribundas a través de explosiones de supernovas. Con su alta densidad y rápida rotación, son un laboratorio ideal para estudiar las leyes de la física en ambientes extremos, informa la Academia de Ciencias de China.
2021 bate todos los récords de lanzamiento de satélites.
Dos satélites de la constelación Starlink de SpaceX estuvieron a punto de chocar con la estación espacial de China en construcción a lo largo de este año, según el gobierno de Pekín.
En ambos casos, uno en julio y otro en octubre, el laboratorio en órbita realizó maniobras evasivas para evitar satélites operados por la empresa espacial de Elon Musk.
Un memorando remitido por China remitido a un comité de las Naciones Unidas que supervisa las operaciones en el espacio, con fecha 6 de diciembre, cita Starlink-1095, que había operado a una altitud promedio de 555 kilómetros a principios de este año, antes de descender a 382 kilómetros y tener un "encuentro cercano" con la Estación Espacial China el 1 de julio.
El telescopio Webb pone rumbo hacia su posición en el espacio.
El telescopio espacial Webb, lanzado el Día de Navidad, ha ajustado su trayectoria hacia su destino en el espacio, el segundo punto de Lagrange, conocido como L2, a 1,5 millones de kilómetros.
Esta primera maniobra de correción de trayectoria se produjo el 26 de diciembre con el primer encendido de propulsores, que duró 65 minutos y se completó con éxito. Este encendido es uno de los dos hitos que son críticos en cuanto al tiempo: el primero fue el despliegue del panel solar, que ocurrió poco después del lanzamiento.
Mapa de fuentes de rayos X del observatorio Spektr-RG.
El observatorio astrofísico ruso-alemán Spektr-RG (Spectrum Roentgen Gamma), lanzado en 2019, ha completado la mitad de su toma de datos para crear un mapa de fuentes de rayos X en todo el cielo.
En concreto ha escaneado la galaxia por cuarta vez y se está procediendo ya al quinto de ocho escaneos previstos, según ha anunciado el líder científico de la misión, el académico Rashid Sunyaev, informa Roscosmos.
Con 600 millones de fotones captados, la actividad del observatorio ha permitido construir ya un mapa preciso que contiene más de un millón de cuásares y veinte mil cúmulos masivos de galaxias ubicadas a distancias cosmológicas, en un hemisferio.
"No sabíamos cuántos podríamos encontrar y estamos emocionados por haber detectado tantos", afirma Núria Miret-Roig, astrónoma del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos (Francia) y de la Universidad de Viena (Austria) y la primera autora del nuevo estudio publicado hoy en la revista Nature Astronomy.
Ilustración artística del magnetar.
Astrofísicos han logrado medir la erupción de un magnetar, un tipo de estrella de neutrones que ocasionalmente puede liberar una enorme cantidad de energía en décimas de segundo.
El grupo científico encabezado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) ha reportado en Nature que una de estas gigantescas llamaradas magnéticas iguala la energía liberada por el Sol en 100.000 años.
Entre las estrellas de neutrones, objetos que pueden contener medio millón de veces la masa de la Tierra en un diámetro de unos 20 kilómetros, destaca un pequeño grupo con el campo magnético más intenso conocido: los magnetares. Estos objetos, de los que apenas se conocen 30, sufren violentas erupciones aún poco conocidas debido a su carácter inesperado y a su corta duración, de apenas décimas de segundo.
“Una máquina del tiempo”, “una notable hazaña de ingeniería” o “el lanzamiento de la década” son algunos de los comentarios que se han oído sobre el James Webb, el mayor telescopio jamás enviado al espacio; en Kurú, Guayana Francesa. Fue lanzado a las 12:20 GMT de este sábado, día de Navidad.
Estructura de la magnetosfera de un exoplaneta. El viento estelar llega del lado izquierdo y comprime las líneas del campo magnético. El escape de plasma planetario por los polos alimenta la cola magnética (lado derecho) que el Hubble logró detectar. Crédito: IAP.
Un campo magnético planetario es un parámetro físico importante que define la evolución y habitabilidad de un entorno planetario. Por ejemplo, la magnetosfera de la Tierra protege nuestra atmósfera de la erosión causada por el viento solar emitido por el Sol y protege la vida en la superficie. No todos los cuerpos planetarios del sistema solar tienen magnetosferas intrínsecas, mientras que la presencia de magnetosferas en exoplanetas, aunque buscadas por medio de observaciones de emisiones de radio, no se había detectado hasta ahora.
Una pista de audio recopilada durante el sobrevuelo de Ganímedes de la misión Juno al planeta Júpiter ofrece un viaje espectacular. Es uno de los aspectos más destacados que los científicos de la misión compartieron en una sesión informativa en la reunión de otoño de la Unión Geofísica Estadounidense.
Esta imagen en falso color muestra la distribución de hidrógeno atómico medido a una longitud de onda de 21 cm. La línea a trazos roja marca el filamento «Maggie». Crédito: J. Syed/MPIA
Un grupo de astrónomos, dirigido por investigadores del Instituto Max Planck de Astronomía, ha identificado una de las estructuras más largas que se conoce en la Vía Láctea. Se extiende a lo largo de unos 3900 años luz y consiste casi enteramente de gas de átomos de hidrógeno.
La cúpula construida por la ESA - Agencia Espacial Europea es el lugar favorito de muchos astronautas en la Estación Espacial Internacional.
Sirve no solo como un lugar fotográfico único, sino también para observar las actividades robóticas del brazo robótico Canadarm2 de la Agencia Espacial Canadiense, las naves espaciales que llegan y las caminatas espaciales.
A principios de esta semana, se colocó Webb encima de Ariane 5 y se colocó una 'cortina de lluvia' protectora para evitar cualquier contaminación.
El día del encapsulado en el carenado, se quitó una cubierta protectora en la parte superior de Webb y se bajó el carenado sobre el observatorio y se bloqueó en su lugar para el despegue.
Detalle de las cavidades encontradas en el cúmulo de galaxias RBS 797
Científicos han encontrado cuatro enormes cavidades, o burbujas, en el centro de un cúmulo de galaxias utilizando el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA.
Este conjunto inusual de características puede haber sido causado por erupciones de dos agujeros negros supermasivos que orbitan de cerca entre sí.
Los cúmulos de galaxias son las estructuras más grandes del universo que se mantienen unidas por la gravedad. Son una mezcla de cientos o incluso miles de galaxias individuales, enormes cantidades de gas caliente y materia oscura invisible. El gas caliente que impregna los cúmulos contiene mucha más masa que las propias galaxias y brilla intensamente con la luz de rayos X que detecta Chandra. Una galaxia enorme se encuentra generalmente en el centro de un cúmulo.
Una imagen impresionante capturada por científicos australianos muestra a uno de los vecinos más cercanos de la Vía Láctea, la Pequeña Nube de Magallanes, con nuevos detalles.
Una imagen impresionante capturada por científicos australianos muestra a uno de los vecinos más cercanos de la Vía Láctea, la Pequeña Nube cde Magallanes, con nuevos detalles.
El autor principal del estudio, el doctor Nickolas Pingel, dice que es la imagen más clara del hidrógeno emitido por esta galaxia satélite de la Vía Láctea. "La claridad de esta imagen no tiene precedentes", dijo.
"Podemos ver todas las estructuras a pequeña escala por primera vez. Es un paso importante para comprender el papel que juega el hidrógeno en la evolución de las galaxias. Por ejemplo, pueden verse agujeros dentro del gas. Esto nos muestra que el hidrógeno interactúa con las supernovas", explicó en un comunicado este astrónomo de la ANU (Australian National University).
En un mapa de la Vía Láctea, el brazo espiral vecino al del Sol es el llamado brazo de perseo. Los astrónomos crearon este mapa midiendo las posiciones de fuentes naturales de radio conocidas como máseres (pos puntos coloreados de rosa) y nubes de polvo (puntos azules). En la parte superior derecha, una región soberana muestra lo que se pensaba que era la forma del brazo de Perseo, delimitada por una combinación de máseres y nubes de polvo. Las medidas nuevas (centro derecha) demuestran que algunas de estas nubes están mucho más cerca o lejos del Sol de lo que se pensaba originalmente. Como resultado el brazo de Perseo podría ser más irregular y estar menos definido (abajo izquierda). Crédito: ciencia de Joshua Peek (STScI); ilustración de Robert L. Hurt (Caltech, IPAC), Leah Hustak (STScI).
Una nueva investigación demuestra que una sección de nuestra Vía Láctea es más irregular y está menos organizada de lo que se pensaba.
Los astrónomos han construido un modelo de un brazo espiral de la galaxia, conocido como el brazo de Perseo, vecino al brazo en el que se encuentra la Tierra. Trabajos anteriores sugieren que este brazo posee una forma clara y estrecha. Sin embargo, una nueva investigación demuestra que al menos una parte del brazo de Perseo puede tener un aspecto ilusorio y en realidad carece de una estructura bien definida. La ilusión sería fruto de complejidades de las observaciones, predichas, inicialmente, por W. Burton en 1971.
Un gif de IXPE desplegándose en el espacio antes de comenzar sus operaciones científicas para estudiar el cosmos.
El flamante observatorio IXPE de la NASA se estiró con éxito en el espacio este 15 de noviembre en una compleja maniobra, haciéndole capaz de ver rayos X de alta energía.
Lanzado el 9 de diciembre, el observatorio IXPE cuenta con tres telescopios idénticos, cada uno con un conjunto de espejo y un detector sensible a la polarización. Para enfocar los rayos X, los espejos de IXPE deben estar a unos 4 metros de distancia de los detectores. Es demasiado grande para caber dentro de algunos carenados de cohetes. Entonces, el brazo de IXPE tuvo que plegarse, como si fuera origami, en un contenedor de 0,3 metros y estirarse nuevamente en órbita.
Un equipo internacional de investigadores, dirigido por el Dr. Adrien Morison (Universidad de Exeter) ha demostrado cómo han sido modeladas grandes formas de hielo en uno de los mayores cráteres del planeta enano Plutón, Sputnik Planitia.
Sputnik Planitia es un cráter de impacto, que contiene una llanura brillante del tamaño de Francia y que está relleno de hielo de nitrógeno.
¿Cómo se formaron los agujeros negros supermasivos? ¿Qué es la materia oscura? En un modelo alternativo de cómo llegó a ser el Universo, en comparación con la historia del Universo, un equipo de astrónomos propone que ambos misterios cósmicos podrían explicarse por los llamados "agujeros negros primordiales".
Nico Cappelluti (Universidad de Miami), Günther Hasinger (Director Científico de la ESA) y Priyamvada Natarajan (Universidad de Yale), sugieren que los agujeros negros existieron desde el comienzo del Universo y que estos agujeros negros primordiales podrían ser los que aún no han sido explicados. materia oscura. El nuevo estudio está aceptado para su publicación en The Astrophysical Journal.
Por primera vez en la historia, una nave espacial ha tocado el Sol. La sonda solar Parker ha atravesado la alta atmósfera solar (la corona) y ha tomado muestras de partículas y observado los campos magnéticos de esta región. Pasar a través de la corona permite tomar datos que es imposible captar desde la distancia, de ahí la importancia de este hito.
A diferencia de la Tierra, el Sol carece de una superficie sólida. En su lugar posee una atmósfera extremadamente caliente compuesta por material ligado al Sol por la fuerza de gravedad y las fuerzas magnéticas. A medida que el calor y la presión empujan material alejándolo del Sol, se alcanza un punto donde la gravedad y los campos magnéticos son incapaces de retenerlo. Este punto, conocido como la superficie crítica de Alfvén, marca el final de la atmósfera solar (o corona) y el principio del viento solar.
Estas imágenes con anotaciones, obtenidas entre marzo y julio de 2021 con el instrumento GRAVITY, instalado en el Interferómetro del Very Large Telescope (VLTI) de ESO, muestran estrellas orbitando muy cerca de Sgr A*, el agujero negro supermasivo que se encuentra en el corazón de la Vía Láctea. Una de estas estrellas, llamada S29, fue observada mientras hacía su aproximación más cercana al agujero negro a 13000 millones de kilómetros, solo 90 veces la distancia entre el Sol y la Tierra. Otra estrella, llamada S300, fue detectada por primera vez en las nuevas observaciones de VLTI. Crédito: ESO/GRAVITY collaboration.
El Interferómetro del Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (VLTI de ESO) ha obtenido las imágenes más profundas y nítidas hasta la fecha de la región que hay alrededor del agujero negro supermasivo ubicado en el centro de nuestra galaxia. Las nuevas imágenes nos acercan 20 veces más de lo que era posible antes del VLTI y han ayudado a los astrónomos a encontrar una estrella nunca antes vista cerca del agujero negro. Al rastrear las órbitas de las estrellas del centro de nuestra Vía Láctea, el equipo ha realizado la medición más precisa obtenida hasta el momento de la masa del agujero negro.
La investigación, realizada por astrónomos de la Universidad de Southampton, el Instituto de Astrofísica de Canarias y el Instituto de Ciencias Espaciales, se publicó en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society: Letters.
El estudio sugiere que las galaxias con núcleos galácticos activos (AGN) albergan agujeros negros en continuo crecimiento que emiten grandes cantidades de energía y radiación. Estos AGN han aumentado temporalmente la velocidad a la que forman estrellas al acumular gas fresco de su entorno.
Prueba cósmica: esta imagen es una representación artística del sistema de púlsar doble PSR J0737-3039 A / B, en el que dos púlsares activos se orbitan entre sí en tan solo 147 minutos
El líder del equipo de investigación, Michael Kramer del Instituto Max Planck de Radioastronomía (MPIfR) en Bonn, Alemania, explicó en un comunicado: “Estudiamos un sistema de estrellas compactas que es un laboratorio inigualable para probar las teorías de la gravedad en presencia de campos gravitacionales muy fuertes. Para nuestro deleite, pudimos probar una piedra angular de la teoría de Einstein, la energía transportada por ondas gravitacionales, con una precisión que es 25 veces mejor que con el púlsar Hulse-Taylor, ganador del Premio Nobel, y 1.000 veces mejor de lo que es posible actualmente con los detectores de ondas gravitacionales”. Explica que las observaciones no solo están de acuerdo con la teoría, “sino que también pudimos ver efectos que antes no se podían estudiar”.
Ingrid Stairs de la Universidad de British Columbia en Vancouver dio un ejemplo: “Seguimos la propagación de fotones de radio emitidos por un faro cósmico, un púlsar, y rastreamos su movimiento en el fuerte campo gravitacional de un púlsar compañero. Vemos por primera vez cómo la luz no solo se retrasa debido a una fuerte curvatura del espacio-tiempo alrededor del compañero, sino también que la luz se desvía en un pequeño ángulo de 0,04 grados que podemos detectar. Nunca antes se había realizado un experimento de este tipo con una curvatura espaciotemporal tan alta”.
El monte Everest es parte de una región conocida como "tercer polo", ya que los campos de hielo de gran altitud en esta área contienen la mayor reserva de agua dulce fuera de las regiones polares.
Los propulsores de Webb utilizarán este propulsor para realizar correcciones de rumbo críticas después de la separación de Ariane 5, para mantener su órbita prescrita a aproximadamente un millón y medio de kilómetros de la Tierra, y para reorientar el observatorio y gestionar su impulso durante las operaciones.
De acuerdo con la BBC, Quispe Neira comenzó su interés por la astronomía cuando tenía unos 6 años y vio una retransmisión de la llegada del hombre a la luna, comandada por Neil Amstrong en 1969.
Imagen compuesta por imágenes individuales en rayos X y radio, de gas molecular y gas ionizado caliente cerca del centro galáctico. La gráfica traslúcida blanca vertical ha sido añadida para marcar el eje posible del minichorro procedente del agujero negro supermasivo del centro de la galaxia. Las formaciones de color anaranjado son de gas hidrógeno resplandeciente. Una de ellas, la que se encuentran en el extremo del chorro, se ha interpretado como una nube de hidrógeno que ha sido impactada por el chorro. Este se dispersa al tropezar contra la nube y forma los filamentos que fluyen hacia el norte. Estos datos prueban que el agujero negro engulle ocasionalmente estrellas o nubes de gas y expulsa parte del material caliente a lo largo de su eje de rotación. Crédito: ciencia: NASA, ESA, Gerald Cecil (UNC-Chapel Hill); procesamiento de la imagen: Joseph DePasquale (STScI)
En el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, existe un monstruo, un agujero negro que pesa 4 millones de veces lo que nuestro Sol y que se creía dormido. Pero cada vez existen más indicios de que el agujero negro se despierta ocasionalmente para devorar alguna estrella o nube de gas desgraciada que se precipita hacia él. El agujero negro emite entonces potentes haces de radiación y partículas que viajan a casi la velocidad de la luz. La mayor de estas emisiones se produjo hace 2 millones de años. Es evidente por los penachos de plasma en expansión que dibujan la forma de un reloj de arena, extendiéndose a gran altura por encima y por debajo del plano de nuestra galaxia. Las ondas de choque bipolares de esta emisión calentaron el gas fuera del pano galáctico, que se puso a brillar en rayos gamma y rayos X.
Imágenes de colisiones de cúmulos de galaxias reales en diferentes fases de su evolución. El famoso cúmulo de la Bala aún está en la fase de la forma roma o redondeada, mientras que Abell 168 ha adquirido ya la forma de una lengua. ZwCl 2341+0000, con su aspecto de cono afilado, era la forma que faltaba observar en el cielo, hasta ahora. 1E2216/1E2215 son dos cúmulos en ruta de colisión; el cúmulo de Coma es un ejemplo de dos cúmulos que ya han acabado de colisionar y fundirse en uno solo. Crédito: NASA/CXC/M. Weiss.
Un equipo de astrónomos ha desarrollado un modelo de cómo las colisiones entre cúmulos de galaxias atraviesan diferentes fases. Un forma roma se convierte en un cono afilado que luego se transforma en una lengua. La primera y la última han sido observadas en el universo real muchas veces, pero el cono afilado siempre faltaba. Hasta ahora.
¿Es este el aspecto de la heliosfera? Investigadores de la Universidad de Boston piensan que sí. El tamaño y forma del campo de fuerzas magnético que protege nuestro Sistema Solar de los rayos cósmicos letales ha sido objeto de debate durante mucho tiempo entre los astrofísicos. Imagen cortesía de Merav Opher, et al.
Un equipo de astrónomos, liderado por Merav Opher (Universidad de Boston) ha realizado un importante descubrimiento relacionado con las fuerzas cósmicas que dan forma a la burbuja protectora que rodea nuestro Sistema Solar, la heliosfera.
Los astrónomos piensan que la heliosfera protege los planetas del interior de nuestro Sistema Solar frente a la potente radiación que emana de las supernovas (las explosiones finales de estrellas que mueren en el Universo). Piensan que la heliosfera se extiende más allá de nuestro Sistema Solar, pero nadie conoce a ciencia cierta cual es su forma, o incluso su tamaño.
Planeta Tierra
Los astrónomos que estudian un sistema estelar situado a decenas de años luz de la Tierra han observado, por primera vez, cómo una estrella, llamada EK Draconis, expulsó un enorme estallido de energía y partículas cargadas mucho más potente que cualquier cosa que los científicos hayan visto en nuestro propio sistema solar, según publican en la revista 'Nature Astronomy'.
El estudio explora un fenómeno estelar llamado "eyección de masa coronal", a veces conocido como tormenta solar. El astrofísico Yuta Notsu, de la Universidad de Colorado Boulder, en Estados Unidos, explica que el Sol emite este tipo de erupciones con regularidad, formadas por nubes de partículas extremadamente calientes, o plasma, que pueden atravesar el espacio a velocidades de millones de kilómetros por hora.
Esta imagen etérea, capturada desde Chile por el Observatorio internacional Gemini, un Programa de NOIRLab de NSF, se ve como una delicada ala de mariposa. Sin embargo, se trata de una estructura conocida como la Nebulosa Infrarroja del Camaleón, que se encuentra en el centro de la aún más grande nube oscura de Chamaeleon I, una de las regiones de formación estelar más cercana a nuestra Vía Láctea. Créditos: International Gemini Observatory/NOIRLab/NSF/AURA; procesamiento de la imagen: T.A. Rector (University of Alaska Anchorage/NSF’s NOIRLab), J. Miller (Gemini Observatory/NSF’s NOIRLab), M. Zamani (NSF’s NOIRLab) & D. de Martin (NSF’s NOIRLab).
Esta imagen etérea capturada desde Chile por el telescopio de Gemini Sur, un programa de NOIRLab de NSF y Observatorio AURA, parece tan delicada como el ala de una mariposa, pero en realidad se trata de una estructura cósmica conocida como la Nebulosa Infrarroja del Camaleón, y se ubica cerca del centro de la gigantesca nube oscura Camaleón I, una de las regiones de formación estelar más cercanas en nuestra Vía Láctea.
Esta impresionante imagen tomada con el telescopio de Gemini Sur es un objeto aparentemente tenue que corresponde a una efusión de gas conocida como la Nebulosa Infrarroja del Camaleón, llamada así porque brilla en algunas longitudes de onda de luz infrarroja, aunque también puede ser visto en luz visible, como en esta fotografía. Oculta en el corazón de esta nebulosa de reflexión, y al centro de esta imagen, se encuentra el motor de la nebulosa: una estrella de masa baja, menos masiva que nuestro Sol, que está cubierta por una oscura franja vertical. Aunque se encuentra escondida a nuestra vista, esta joven y fría estrella emite veloces corrientes de gas que han excavado un túnel a través de la nube interestelar a partir de la cual se formó la joven estrella. La luz infrarroja y visible de la estrella se dispersa a lo largo de las paredes del túnel y finalmente se refleja en el polvo y el gas, dando lugar a la tenue nebulosa de reflexión.
El objeto brillante de color rojo a la derecha del centro de la imagen marca el lugar donde parte de la corriente de gas de movimiento rápido se ilumina luego de colisionar con el gas que se mueve más lento en la nebulosa, formando lo que se conoce como un objeto Herbig-Haro (HH) que en este caso recibe la designación HH 909A. Se han encontrado otros objetos Herbig Haro a lo largo del eje del flujo de salida de la estrella más allá de los bordes de esta imagen, hacia la derecha y la izquierda.
Los astrónomos han sugerido que la franja oscura dentro de la Nebulosa Infrarroja del Camaleón es un disco circunestelar, es decir, una reserva de gas y polvo orbitando la estrella. Los discos circunestelares están típicamente asociados con estrellas jóvenes y proveen los materiales necesarios para la formación de planetas. La razón por la que el disco se ve como una franja en vez de un círculo es porque está de canto, o sea, sólo se ve el borde del disco desde nuestro punto de vista en la Tierra. Los astrónomos creen que la estrella central de la nebulosa corresponde a un objeto estelar joven incrustado en el disco.https://observatori.uv.es/una-mariposa-cosmica-retratada-desde-chile/
La galaxia Messier 87 tiene un agujero negro en su centro del que emana un chorro de material con estructura de doble hélice y los científicos han observado que está canalizado por un campo magnético que mantiene esa forma a una distancia de 3.300 años luz, lo que no se había observado hasta el momento.
La Tierra primitiva a la izquierda tenía mares infundidos con hierro que mejora la vida, mientras que la Tierra actual, vista a la derecha, no lo tiene. MARK A. GARLICK / MARKGARLICK.COM
Científicos de Oxford han descubierto los posibles mecanismos por los cuales el hierro influyó en el desarrollo de formas de vida complejas en la Tierra.
Aseguran que estos mecanismos también se pueden utilizar para comprender lo probables (o improbables) que podrían ser las formas de vida avanzadas en otros planetas. El trabajo se publica en PNAS.
El hierro es un nutriente esencial que casi toda la vida requiere para crecer y prosperar. La importancia del hierro se remonta a la formación del planeta Tierra, donde la cantidad de hierro en el manto rocoso de la Tierra fue "fijada" por las condiciones bajo las cuales se formó el planeta y pasó a tener ramificaciones importantes sobre cómo se desarrolló la vida.
Constelación de la Cruz del Sur
Astrónomos han desentrañado la estructura interior de Beta Crucis, una estrella gigante azul brillante que aparece en las banderas de Australia, Brasil, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea y Samoa.
Con un enfoque completamente nuevo, el equipo dirigido por el doctor Daniel Cotton de la ANU (Australian National University) encontró que la estrella era 14,5 veces más masiva que el Sol y tan joven como 11 millones de años, lo que la convierte en la estrella más pesada con una edad determinada por la astrosismología.
Los hallazgos de esta estrella de la icónica constelación de la Cruz del Sur proporcionarán nuevos detalles sobre cómo viven y mueren las estrellas, y cómo impactan en la evolución química de la galaxia.
La galaxia AGC 114905 no parece contener materia oscura, incluso después de 40 horas de mediciones detalladas con telescopios de última generación.. Astrónomos no han podido encontrar rastros de materia oscura en la galaxia AGC 114905, a pesar de tomar medidas detalladas durante un curso de cuarenta horas con telescopios de última generación.
Astrónomos no han podido encontrar rastros de materia oscura en la galaxia AGC 114905, a pesar de tomar medidas detalladas durante un curso de cuarenta horas con telescopios de última generación.
Presentarán sus hallazgos en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y están disponibles en arXiv.
Cuando Pavel Mancera Piña (Universidad de Groningen y ASTRON, Holanda) y sus colegas descubrieron seis galaxias con poca o ninguna materia oscura, les dijeron "mida de nuevo, verá que habrá materia oscura alrededor de su galaxia". Sin embargo, después de cuarenta horas de observaciones detalladas utilizando Very Large Array (VLA) en Nuevo México (Estados Unidos), la evidencia de una galaxia libre de materia oscura solo se hizo más fuerte.
Comparación del tiempo de contracción esperado y observado para los planetas del sistema V1298 Tau. Crédito: Gabriel Pérez Díaz, SMM.
Un equipo internacional de científicos, en el que participan investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) junto con otras instituciones de España, Italia, Alemania, Bélgica, Reino Unido y México, ha podido medir las masas de los planetas gigantes del sistema V1298 Tau, de apenas 20 millones de años de edad. Hasta ahora no se habían obtenido datos de las masas de planetas gigantes tan jóvenes. El reciente hallazgo evidencia que este tipo de objetos ya ha alcanzado su tamaño final en estadios muy tempranos de su evolución. En el estudio se han utilizado medidas de velocidad radial de los espectrógrafos HARPS-N, en el Observatorio Roque de los Muchachos (ORM), y CARMENES, en el Observatorio de Calar Alto.
Un corte de un fragmento del meteorito Allende, conteniendo cientos de cristal llamadas cóndrulos. Crédito: foto cortesía de James St. John.
Desde que los científicos empezaron a mirar meteoritos con microscopios, se han sentido fascinados e intrigados por lo que contienen. La mayoría están compuestos por diminutas cuentas de cristal que se remontan a los primeros días del sistema solar, antes incluso de que se formaran los planetas.
Ahora, científicos de la Universidad de Chicago han publicado un análisis explicando cómo se formaron esas cuentas (o cóndrulos), que se encuentran en muchos meteoritos, y qué nos pueden decir acerca de lo que ocurrió en el sistema solar primitivo.
Los investigadores concluyeron que los cóndrulos se formaron en una concentración de polvo suficientemente caliente como para fundirse y luego evaporarse. Luego, a medida que el material se enfriaba, parte del vapor se volvió a solidificar, formando los cóndrulos. Para ello, la temperatura tuvo que descender muy rápido, a unos 500 ºC por hora.
Infografía que muestra los tres sobrevuelas de Mars Express en julio de 2008, enero de 2016 y mayo de 2017, los dos primeros reales, completados cerca de Fobos, y el tercero «falso», realizado para aclarar si la señal detectada por la nave era realmente la de un proceso físico en Fobos o se trataba a la reflexión de partículas por la propia nave. Crédito: ESA.
Mediante la realización de sobrevuelos reales y simulados, la nave Mars Express de la ESA ha desvelado el modo en que la mayor luna de Marte, Fobos, interactúa con el viento solar de partículas cargadas eléctricamente arrojado por el Sol, y ha observado un proceso que solo se había visto una vez anteriormente en Fobos.
El viento solar fluye escapando de nuestra estrella y llenando el Sistema Solar de partículas energéticas. La Luna de la Tierra refleja continuamente dichas partículas y se espera que ocurra lo mismo en la luna Fobos de Marte, dadas las similitudes entre las dos (ambas son rocosas, carecen de campo magnético y de atmósfera, y están en órbita alrededor de planetas terrestres en el Sistema Solar interior). Sin embargo, la nave Mars Express de la ESA solo había observado este reflejo una vez (en 2008), a pesar de haberse acercado a Fobos en muchas ocasiones.
Recreación artística del planeta subterrestre GJ 367 b. Crédito: DLR.
Un equipo internacional, en el que participan investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha descubierto un planeta extrasolar con la mitad de la masa de la Tierra y que tarda aproximadamente ocho horas en orbitar su estrella madre, una enana roja que se encuentra a poco menos de 31 años luz de la Tierra. Denominado GJ 367 b, se trata de uno de los exoplanetas más ligeros de los casi 5000 conocidos actualmente. Con un diámetro de poco más de 9000 kilómetros, esta subtierra es ligeramente mayor que Marte. El descubrimiento, no solo demuestra que es posible determinar con precisión las propiedades de los exoplanetas más pequeños y menos masivos, sino que también proporciona nuevas claves para entender cómo se forman y evolucionan los planetas terrestres. El estudio se ha publicado hoy en la revista Science.