Imagen compuesta por imágenes individuales en rayos X y radio, de gas molecular y gas ionizado caliente cerca del centro galáctico. La gráfica traslúcida blanca vertical ha sido añadida para marcar el eje posible del minichorro procedente del agujero negro supermasivo del centro de la galaxia. Las formaciones de color anaranjado son de gas hidrógeno resplandeciente. Una de ellas, la que se encuentran en el extremo del chorro, se ha interpretado como una nube de hidrógeno que ha sido impactada por el chorro. Este se dispersa al tropezar contra la nube y forma los filamentos que fluyen hacia el norte. Estos datos prueban que el agujero negro engulle ocasionalmente estrellas o nubes de gas y expulsa parte del material caliente a lo largo de su eje de rotación. Crédito: ciencia: NASA, ESA, Gerald Cecil (UNC-Chapel Hill); procesamiento de la imagen: Joseph DePasquale (STScI)
En el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, existe un monstruo, un agujero negro que pesa 4 millones de veces lo que nuestro Sol y que se creía dormido. Pero cada vez existen más indicios de que el agujero negro se despierta ocasionalmente para devorar alguna estrella o nube de gas desgraciada que se precipita hacia él. El agujero negro emite entonces potentes haces de radiación y partículas que viajan a casi la velocidad de la luz. La mayor de estas emisiones se produjo hace 2 millones de años. Es evidente por los penachos de plasma en expansión que dibujan la forma de un reloj de arena, extendiéndose a gran altura por encima y por debajo del plano de nuestra galaxia. Las ondas de choque bipolares de esta emisión calentaron el gas fuera del pano galáctico, que se puso a brillar en rayos gamma y rayos X.
El Hubble ha encontrado pruebas circunstanciales de que el agujero negro está todavía «llameando» mucho tiempo después de ese episodio. El Hubble ha fotografiado una brillante concentración de gas que ha sido impactada por un chorro invisible procedente del agujero negro, que se encuentra a solo 15 años luz de ella. El agujero negro debió de brillar intensamente hace miles de millones de años como un cuásar, cuando nuestra joven galaxia se alimentaba con grandes cantidades de gas que se precipitaba hacia ella. Pero después de todo este tiempo, estas observaciones sugieren que el agujero negro todavía atraviesa por vaivenes y no está listo para dormir mientras exista comida cerca.https://observatori.uv.es/encontrado-un-minichorro-cerca-del-agujero-negro-supermasivo-de-la-via-lactea/
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