Nebulosa NGC1333, una de las regiones de formación estelar donde se ha detectado formamida. Crédito: NASA-Spitzer |
Uno de los mayores retos de la ciencia es conocer el origen de la vida y sus moléculas precursoras. La formamida (NH2CHO) es una candidata excelente para buscar la respuesta porque contiene cuatro elementos esenciales (nitrógeno, hidrógeno, carbono y oxígeno), y permite sintetizar aminoácidos, glúcidos, ácidos nucleicos y otros compuestos clave para los organismos vivos.
Pero, además, esta molécula aparece en abundancia en el espacio, concretamente en las nubes moleculares, unas concentraciones de gas y polvo donde surgen las estrellas. Así lo ha confirmado un equipo internacional de investigadores, con participación española, tras buscar la formamida en diez regiones de formación estelar.
“Hemos detectado la formamida en cinco protosoles, lo que demuestra que esta molécula –con toda probabilidad también en el caso de nuestro sistema solar– es bastante abundante en las nubes moleculares y se forma en fases muy tempranas de la evolución de estas nubes hacia una estrella y sus planetas", explica a Sinc Ana López Sepulcre, autora principal del trabajo e investigadora de la Universidad de Tokio (Japón). Los otros cinco objetos donde no se ha detectado formamida están menos evolucionados y son más fríos, “lo que indica que se necesita una temperatura mínima para que sea detectable en el gas”, añade la científica.http://observatori.uv.es
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