Una nueva técnica de análisis de genes muestra que todas las especies de cianobacterias que viven en la actualidad se remontan a un ancestro común que evolucionó hace unos 2.900 millones de años.
Fue entonces cuando la Tierra dio un giro hacia la habitabilidad cuando este grupo de microbios emprendedores desarrollaron la fotosíntesis oxigenada, la capacidad de convertir la luz y el agua en energía, liberando oxígeno en el proceso.
Científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT)también encontraron que los antepasados de las cianobacterias se ramificaron de otras bacterias hace unos 3.400 millones de años, y que la fotosíntesis oxigénica probablemente evolucionó durante los quinientos millones de años intermedios, durante el Eón Arqueano.