Vista de HH204, un objeto Herbig-Haro en la Nebulosa de Orión. El panel izquierdo muestra a la Nebulosa de Orión observada desde el Telescopio Espacial Hubble y resalta el área donde se encuentra HH204. En el panel derecho, se muestra con detalle las estructuras de HH204 y su aparente compañero, HH203. En este panel, las imágenes del Telescopio Espacial Hubble tomadas a lo largo de 20 años y resaltadas artísticamente con distinto color muestran el avance de los chorros de gas a través de la Nebulosa de Orión. Crédito: Gabriel Pérez Díaz, SMM (IAC).
Un equipo internacional liderado por investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha desvelado, con un nivel de detalle inédito, los efectos físicos y químicos del impacto de un jet protoestelar en el interior de la Nebulosa de Orión. El estudio se ha realizado mediante observaciones del Very Large Telescope (VLT) y 20 años de imágenes del Telescopio Espacial Hubble (HST). Las observaciones muestran evidencias de compresión y calentamiento producidos por el frente de choque, así como de la destrucción de partículas de polvo, que incrementan de forma espectacular la abundancia gaseosa de átomos de hierro, níquel y otros elementos pesados en la Nebulosa de Orión.
La Nebulosa de Orión, uno de los objetos astronómicos más conocidos y brillantes del cielo nocturno, es la región de formación de estrellas masivas más cercana a la Tierra y muestra una estructura gaseosa compleja y extensa. Algunas de las estrellas recién nacidas que alberga emiten chorros de gas a alta velocidad, conocidos como jets que, al impactar sobre los alrededores, producen frentes de choque que comprimen y calientan el gas nebular. Estas zonas de impacto suelen adoptar una forma arqueada y se denominan objetos Herbig-Haro (HH), en honor a sus descubridores: George Herbig y Guillermo Haro.
Estos objetos han sido observados en múltiples nebulosas oscuras, donde el gas frío se encuentra en estado neutro y su fuente principal de energía es el calor generado durante el choque. Sin embargo, los chorros de gas observados dentro de la Nebulosa de Orión se encuentran inmersos en el intenso campo de radiación producido por sus estrellas más masivas: el Trapecio de Orión, ubicado en el centro de la nebulosa. Gracias a esta radiación, tanto el gas situado en el frente de choque como el comprimido tras su paso, es calentado e ionizado, lo que nos permite desvelar con precisión las condiciones físicas y la composición química del jet.
El trabajo realizado por el equipo de investigadores de España, México y Estados Unidos y liderado por José Eduardo Méndez Delgado, estudiante de doctorado del IAC y la Universidad de La Laguna (ULL), ha desvelado las complejas relaciones entre las abundancias iónicas del gas y sus condiciones físicas en HH204, uno de los objetos Herbig-Haro más prominentes de la Nebulosa de Orión.
“Nuestro trabajo revela que en el frente de choque de HH204 las abundancias gaseosas de elementos pesados como hierro o níquel aumentan hasta en un 350% sobre lo que se encuentra normalmente en la Nebulosa de Orión y nos permite determinar la proporción de otros elementos químicos con una mayor precisión y, en definitiva, conocer mejor la evolución química de la vecindad solar”, explica José Eduardo Méndez Delgado, autor principal del estudio.https://observatori.uv.es/anatomia-del-impacto-de-un-jet-protoestelar-en-la-nebulosa-de-orion/
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