Ilustración esquemática del sistema de exoplanetas de TRAPPIST-1 comparando con los planetas del Sistema Solar interior. |
Los tres planetas de la zona habitable podrían tener agua líquida si se formaron con la composición química adecuada y/o se depositó agua posteriormente en sus superficies. El Cinturón de Kuiper de nuestro sistema solar, un almacén de cometas, podría haber sido el lugar de origen de cometas que trajeron agua a la Tierra en su juventud. Así, cometas en un cinturón de Kuiper de TRAPPIST-1, si existen, podrían constituir un modo de depositar agua sobre sus siete planetas. Con las condiciones atmosféricas adecuadas, los tres planetas en la zona habitable podrían incluso tener agua líquida en sus superficies.
Un estudio del sistema de TRAPPIST-1 dirigido por Luca Matra (CfA), utilizando el radiotelescopio ALMA, ha buscado señales de un exocinturón de Kuiper y pistas sobre la formación de sus planetas. Concluyen que probablemente el sistema nació con un disco planetario menor de 40 unidades astronómicas (una unidad astronómica es la distancia Tierra-Sol) de radio, cuya masa era inferior a 20 veces la masa de la Tierra y muy posiblemente los granos de polvo del disco fueron transportados hacia el interior y utilizados para formar los siete planetas.
Estos resultados dejan la cuestión del transporte del agua sin decidir pero permitirán a los científicos a utilizar las mismas técnicas en sistemas estelares más jóvenes y cercanos, más fáciles de detectar, que permitirán refinar sus modelos.https://observatori.uv.es/como-formar-los-exoplanetas-de-trappist-1/
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