miércoles, 8 de abril de 2020

El Telescopio del Horizonte de Sucesos revela estructuras inesperadas en el cuásar 3C279

La colaboración del Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT), un telescopio a escala planetaria que tomó la primera imagen de un agujero negro, continúa extrayendo información de los datos recopilados en su campaña global de abril de 2017. El objetivo de las observaciones en este caso fue el cuásar 3C 279, una galaxia activa que contiene en su núcleo un agujero negro supermasivo que absorbe materia a través de un disco y, al mismo tiempo, expulsa parte del gas a través de dos finos chorros que emergen de los polos casi a la velocidad de la luz. Los datos del EHT, que muestran los detalles más nítidos nunca obtenidos, permiten observar el chorro y el disco en acción y han revelado características inesperadas.


Los datos muestran que el chorro, normalmente recto, tiene una forma retorcida en su base. Además, por primera vez se observan estructuras perpendiculares a él. Al comparar las imágenes en días sucesivos se detectaron cambios en sus detalles más finos, que se han interpretado como producto de la rotación del disco, que tritura y absorbe material, y del que emana el chorro. Se trata de un escenario que hasta ahora solo habíamos visto en simulaciones numéricas.

«Sabíamos que cada vez que abres una nueva ventana al universo puedes encontrar algo nuevo. En este caso, donde esperábamos encontrar la región donde se forma el chorro encontramos una estructura perpendicular. Esto es como encontrar una forma diferente abriendo la muñeca matrioska más pequeña», apunta Jae-Young Kim, investigador del Instituto Max Planck de Radioastronomía de Bonn que encabeza la investigación.

Además, el hecho de que las imágenes cambien tan rápido también ha supuesto una sorpresa. «Los chorros relativistas suelen producir la ilusión óptica de viajar a mayor velocidad que la luz, lo que conocemos como movimiento superlumínico aparente, pero en 3C279 lo estamos viendo desde una perspectiva perpendicular a lo esperado, lo que requiere un análisis cuidadoso».

La interpretación de las observaciones es complicada. Estos movimientos transversales aparentes, de unas veinte veces la velocidad de la luz, son difíciles de reconciliar con la comprensión que se tenía de la fuente, y apunta a ondas de choque o inestabilidades en un chorro curvo, posiblemente giratorio, que también emite a altas energías, como los rayos gamma.https://observatori.uv.es/

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