Los expertos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA pudieron empujar suavemente la pala, montado en el brazo robótico de la estación marciana InSight, hacia la cubierta posterior del taladro HP3, lo que debería ayudarlo a comenzar a moverse más profundamente en el suelo, informó la misión en Twitter.
Durante más de un año, los científicos han estado tratando de reanudar la instalación del instrumento HP3, colocado en Marte por la estación automatizada InSight. Su tarea consistía en crear un pozo de cinco metros en el suelo y colocar un circuito allí con sensores de conductividad térmica.
Problemas
Sin embargo, su trabajo se detuvo casi de inmediato debido a que la adherencia del taladro de 40 centímetros al suelo circundante no era suficiente para equilibrar el impacto durante las vibraciones. Este problema se resolvió y el taladro comenzó a moverse gradualmente hacia el interior.
Pero, a fines de octubre de 2019, inesperadamente saltó a medias del suelo. Los especialistas pudieron arreglar una vez más la posición de la instalación y su trabajo se reanudó, pero a mediados de enero de 2020, el taladro comenzó a zafarse nuevamente cuando se trabajaba desde el suelo.
La fuerza de retroceso del taladro depende de la resistencia del suelo, y se notó que el taladro rebota casi a la misma profundidad. Esto sugiere que la tierra alrededor del taladro se afloja lo suficiente como para que la mano ejerza la presión necesaria sobre ella, pero luego hay una capa de tierra más dura o más densa.
La solución
Debido a eso, NASA decidió mover el punto de aplicación de la fuerza: la pala montada en el extremo del brazo robótico IDA de 2,4 metros, que anteriormente presionaba en el suelo junto al taladro, ahora comenzó a presionar suavemente sobre su cubierta posterior, mientras que, durante un par de minutos, el mecanismo de choque produjo 25 impactos. Como resultado, la broca se adentró en el suelo.
Antes de hacer ejecutar el taladro, un equipo de ingenieros ajustó su posición para minimizar el riesgo de dañar accidentalmente el cable utilizado para alimentar y transmitir datos, y también realizó dos experimentos con la pala. Resultó que la mano puede destruir las paredes del pozo y raspar la arena suelta de su superficie circundante, llenando así el pozo con tierra y proporcionando al taladro el agarre necesario.
Los detalles de la misión y los misterios de la geología marciana se pueden encontrar en nuestro artículo: InSight, un disparo al corazón de Marte. https://nmas1.org/news/2020/03/20/insight-taladro
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