martes, 11 de febrero de 2020

La confusión cósmica del fondo de microondas

Una imagen del núcleo del instrumento «SPTpol» instalado en el Telescopio del Polo Sur (STP) que contiene 768 píxeles y 1536 detectores capaces de medir la polarización de la radiación milimétrica entrante. Crédito: colaboración SPT; DOE
Unos 380 000 años después del Big Bang, la materia (casi todo hidrógeno) se enfrió lo suficiente como para que se formaran átomos neutros y la luz fue capaz de viajar libremente por el espacio. Esta luz, la radiación del fondo cósmico de microondas (CMBR) nos llega desde todas las direcciones del cielo, y es uniforme salvo por débiles ondulaciones y manchas con niveles de brillo de solo unas pocas partes por una diezmillonésima, las semillas de las futuras galaxias.


Los astrónomos conjeturan que estas ondulaciones también contienen trazas de una expansión inicial repentina, llamada inflación. La inflación habría influido en el modo en que estas ondulaciones cósmicas están retorcidas en bucles (en su polarización).

Un equipo de astrónomos que incluye a Tony Stark (CfA) ha estudiado galaxias y cúmulos de galaxias en el universo lejano en longitudes de onda de microondas. La radiación emitida por estos objetos podría complicar la identificación positiva de los bucles en las señales de radiación del fondo cósmico de microondas. Usando un nuevo método de análisis, los investigadores concluyen que estos efectos extragalácticos deberían de ser menores que las señales esperadas, permitiendo su detección en un amplio abanico de escalas espaciales.

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