Poner una clavija redonda en un agujero redondo no es difícil para alguien que está parado al lado de él. Pero el lunes el astronauta de la ESA Andreas Mogensen hizo esto mientras que orbitaba a 400 km a bordo de la Estación Espacial Internacional, operando de forma remota un rover y su brazo robótico en el suelo.
Andreas utilizó un sistema de control de fuerza de retroalimentación desarrollado en la ESA, haciéndole sentir por sí mismo el brazo flexible del rover donde encontró resistencia.
Estas sensaciones táctiles eran esenciales para el éxito del experimento, que consistía en colocar una clavija de metal en un agujero redondo en un "tablero de tarea" que ofrecía menos de una sexta parte de un milímetro de espacio libre. El PEG necesario para insertarse 4 cm y hacer una conexión eléctrica.
"Estamos muy contentos con los resultados de hoy", dijo André Schiele, que conduce el experimento de telerobótica Haptics en los laboratorio de la ESA.
El vehículo 4x4 con ruedas combina un cabezal de cámara en un sistema de cuello, un par de brazos muy avanzados diseñados para funcionar con fuerza de retroalimentación a distancia y una serie de sensores de proximidad y de localización, incluyendo un brazo láser.http://www.esa.int/Our_Activities
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