La mayoría de las galaxias espirales, como nuestra Vía Láctea, albergan una estructura de estrellas larga con forma de barra en su centro. Sin embargo, mientras algunos estudios de los movimientos de las estrellas cerca del Sol hallan una barra que es rápida y pequeña, las observaciones directas de la región central galáctica sugieren una significativamente más lenta y larga.
El nuevo estudio, basado en simulaciones sofisticadas de formación de la Vía Láctea, sugieren que tanto el tamaño de la barra como su velocidad de giro fluctúan con rapidez, haciendo que la barra parezca el doble de larga y que gire un 20 por ciento más rápido en ciertos momentos.
Los cambios en la barra resultan de sus encuentros regulares con los brazos espirales galácticos en lo que puede describirse como una danza cósmica. Cuando la barra y los brazos espirales se aproximan, la atracción mutua debida a la gravedad hace que la barra se frene y los brazos espirales aceleren. Una vez conectadas, las dos estructuras se mueven como una sola y la barra parece mucho más larga y lenta de lo que es en realidad. Cuando los dos bailarines se separan, la barra acelera mientras que los brazos espirales frenan quedando atrás.https://observatori.uv.es/resuelta-la-paradoja-de-la-barra-galactica-con-una-danza-cosmica/
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