Un corazón permeable con una fachada endurecida, el lugar de descanso del módulo de aterrizaje de Rosetta en el cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko, revela más sobre el interior del cuerpo en forma de "pato de goma" que gira alrededor del Sol.
Un estudio reciente sugiere que el interior del cometa es más poroso que el material cerca de la superficie. Los resultados confirman que la radiación solar ha modificado significativamente la superficie del cometa a medida que viaja por el espacio entre las órbitas de Júpiter y la Tierra. El calor del Sol desencadena una expulsión y la consiguiente caída del material.
Ubicación, ubicación, ubicación. Eso fue clave para el instrumento de radar de la nave espacial Rosetta y su módulo de aterrizaje Philae, que fue diseñado para sondear el núcleo del cometa. El experimento CONSERT involucró dos antenas que se envían señales precisas entre sí. Pero cuando Philae desapareció al aterrizar en noviembre de 2014, los científicos tuvieron que trabajar con valores estimados.
Philae operó durante más de dos días en la superficie, 63 horas, para ser precisos.
“Logramos definir la región donde estaba el módulo de aterrizaje con un margen de unos 150 m. El lugar de aterrizaje real fue en esta región ”, explica Wlodek Kofman, investigador principal emérito de CONSERT.
Fueron necesarios casi dos años para averiguar dónde estaba Philae. En septiembre de 2016 se recuperó la posición exacta de Philae dentro del área identificada por CONSERT.
Los modelos precisos en 3D del cometa con Philae en la imagen “nos permitieron revisar las mediciones y mejorar nuestro análisis del interior”, dice Wlodek.
El gráfico muestra la señal que conecta el instrumento CONSERT en Philae, en la superficie del cometa, con el del orbitador Rosetta. La apariencia de abanico es el resultado del movimiento de Rosetta a lo largo de su órbita, con los colores que marcan las rutas de señal separadas a medida que evoluciona la órbita.
La imagen de abajo muestra las señales con más detalle, propagándose dentro del cometa desde Philae hasta los puntos desde donde dejan el cometa hasta el orbitador. La curva es el resultado de la proyección de sus trayectorias sobre la superficie irregular del cometa.
El color más azul indica caminos más superficiales (apenas unos centímetros), mientras que los tonos más rojos muestran dónde penetraron las señales por debajo de los 100 m de profundidad.
El tiempo que tarda la señal en viajar entre los dos radares ofrece información sobre el núcleo del cometa, como la porosidad y la composición. El equipo descubrió que los rayos se propagaban a diferentes velocidades, lo que indica densidades variables dentro del cometa.
La discusión aún está abierta, pero Wlodek cree que "esto sugiere fuertemente que el interior menos denso ha mantenido su naturaleza prístina". Conocidos como los objetos más primitivos de nuestro vecindario cósmico, los cometas podrían contener, en el fondo, pistas valiosas sobre la formación de nuestro Sistema Solar.https://www.esa.int/About_Us/Week_in_images/Week_in_images_07-11_September_2020
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