"Una sola estrella destruida puede formar cientos de estos objetos de masa planetaria. Nos preguntamos dónde van a parar, cuánto se acercan a nosotros. Hemos desarrollado un programa de computadora para responder a esas cuestiones", explica Eden Girma (Harvard University y Banneker/Aztlan Institute).
Los cálculos de Girma demuestran que estos objetos podrían hallarse a varios cientos de años-luz de la Tierra, como muy cerca. Tendrían pesos comprendidos entre el de Neptuno y varios jupíteres. También brillarían por el calor de su proceso de formación, pero no lo suficiente como para haber sido ya detectados. Los instrumentos del futuro como el telescopio espacial James Webb podrían verlos.
También encuentra que la mayoría de estos objetos (hasta un 95%) abandonaría la galaxia por completo debido a sus velocidades, superiores a los 10 000 km/s. Dado que la mayoría de las galaxias poseen también agujeros negros gigantes en sus centros, es probable que se dé el mismo proceso en ellas. "Otras galaxias como Andrómeda están disparando estas 'pelotillas' hacia nosotros todo el tiempo", comenta James Guillochon (CfA).
Y aunque podrían tener el tamaño de planetas, se trata de objetos muy diferentes a un planeta típico. Están hechos literalmente de materia de estrellas y como cada uno se forma a partir de un fragmento diferente de la estrella, sus composiciones pueden variar. También se forman mucho más rápido que un planeta normal, en sólo un año frente a los millones de años necesarios para construir un planeta como Júpiter desde cero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario