Vista del Plano Galáctico tomada con el observatorio espacial Herschel. Crédito: ESA/Herschel/PACS, SPIRE/Hi-GAL Project. |
Durante sus años de funcionamiento (2009-2013), el observatorio espacial Herschel exploró el cielo en longitudes de onda del infrarrojo lejano y submilimétricas. Las observaciones de esta parte del espectro electromagnético son sensibles a algunos de los objetos más fríos del Universo, incluyendo el polvo cósmico, un componente menor pero crucial en el material interestelar del que nacen las estrellas.
El estudio en el infrarrojo del Plano Galáctico de Herschel (Hi-GAL) es el mayor de los programas de observación realizado con Herschel en términos tanto de tiempo de observación (por encima de las 900 horas totales de observaciones, equivalentes a casi 40 días) como de área cubierta del cielo (unos 800 grados cuadrados o el dos por ciento del cielo entero). Su objetivo era cartografiar el disco completo de la Vía Láctea, donde se forman y residen la mayoría de las estrellas, en cinco canales de longitudes de onda: 70, 160, 250, 350 y 500 μm.
Las imágenes proporcionan una vista sin precedentes del Plano Galáctico, mostrando desde material interestelar difuso a estructuras filamentosas más densas de gas y de polvo que se fragmentan en nodos donde se inicia la formación estelar. Se trata de nodos preestelares, protoestrellas en varias fases de su evolución y núcleos compactos a punto de convertirse en estrellas, así como estrellas completamente formadas y las burbujas excavadas por su radiación altamente energética. Los mapas recién publicados van acompañados por un catálogo de fuentes en cada una de las cinco bandas, que los astrónomos pueden utilizar directamente para estudiar distintos temas, incluyendo la distribución del polvo difuso y de las regiones de formación de estrellas en el Plano Galáctico.http://observatori.uv.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario