, El asteroide Eufrósine brilla frente a las estrellas del fondo en esta fotografía múltiple de la nave espacial WISE de NASA. Crédito: NASA/JPL-Caltech |
Distribuidos por el límite exterior del cinturón de asteroides, las eufrósinas tiene un camino orbital inusual muy por encima de la eclíptica, el ecuador del Sistema Solar. El asteroide del cual reciben su nombre, (31) Euphrosyne - por la antigua diosa griega Eufrósine - tiene unos 260 kilómetros de tamaño y es uno de los 10 asteroides mayores del cinturón principal. La Eufrósine de hoy en día se piensa que es un resto de una gran colisión que tuvo lugar hace unos 700 millones de años que formó la familia de asteroides más pequeños que lleva su nombre. Los científicos piensan que este episodio fue una de las últimas grandes colisiones que se produjeron en nuestro Sistema Solar.
Los NEOs (Near-Earth Object, objetos cercanos a la Tierra) son cuerpos cuyas órbitas alrededor del Sol se acercan a la órbita de la Tierra. Como resultado del nuevo estudio, los investigadores del JPL creen que las eufrósinas pueden ser el origen de algunos NEOs oscuros encontrados en órbitas largas y muy inclinadas. Han descubierto que, por medio de interacciones gravitacionales con Saturno, los asteroides eufrósinas pueden convertirse en NEOs al cabo de millones de años.
"Las eufrósinas tiene una suave resonancia con la órbita de Saturno que desplaza lentamente estos objetos, acabando por convertir algunos de ellos en NEOs", afirma Joseph Masiero, director del estudio. "Esta particular resonancia gravitacional tiende a empujar algunos de los fragmentos mayores de la familia de Eufrósine hacia el espacio cercano a la Tierra".http://observatori.uv.es/
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