Los partículas de radiofrecuencia emitidas por los agujeros negros situados en los centros de las galaxias maduras bloquean la formación de nuevas estrellas. Ai lo ha determinado un estudio elaborado por científicos de la Universidad John Hopkins.
"Cuando nos fijamos en el pasado de la historia del Universo, se puede ver como estas galaxias van 'contruyendo' estrellas a lo largo de su vida y, en algún momento dejan de hacerlo. Nosotros nos hemos preguntado el por qué de este comportamiento", ha explicado uno de los autores del trabajo, Tobias Marriage.
Según han explicado los expertos, en el espacio, el gas caliente que se introduce en una galaxia puede enfriarse y condensarse, formando estrellas. Algunos gases también se canalizan hacia abajo en el agujero negro de la galaxia, que crece junto con la población estelar. Este ciclo se puede repetir de forma continua: cuanto más gas se enfria y condensa, más estrellas comienzan a brillar y el agujero negro central crece más y es masivo.
Pero en casi todas las galaxias maduras --las llamadas "elípticas" debido a su forma-- el gas no se enfría más. "Si el gas se mantiene caliente, no puede colapsar y, por tanto, no hay nuevas estrellas", ha indicado Marriage.
De este modo, los investigadores encontraron que las galaxias elípticas con retroalimentación de radiofrecuencia contienen gas caliente y escasez de estrellas infantiles. Esto proporciona evidencias cruciales para su hipótesis de que esta retroalimentación de radiofrecuencia es el "botón de apagado" para la formación de estrellas en las galaxias maduras.
UNA TÉCNICA ADAPTADA
Los hallazgos al respecto, que se han publicado en 'Monthly Notices of Royal Astronomical Society', fueron posibles gracias a la adaptación de una técnica de investigación muy conocida para la solución de otro problema: El efecto Sunyaev-Zel'dovich (SZ), normalmente utilizada para estudiar los grandes cúmulos de galaxias.
El efecto SZ se produce cuando los electrones de alta energía en el gas caliente interactúan con la luz tenue en el fondo cósmico de microondas, la luz que queda de los primeros tiempos del Universo, cuando era mil veces más caliente y miles de millones de veces más denso que el de hoy en día.
"El SZ se utiliza generalmente para estudiar cúmulos de cientos de galaxias, pero las galaxias que estamos buscando son mucho más pequeñas y tienen sólo un compañero o dos", ha apuntado el autor. Aún así decidieron usar este método y descubrieron que "la detección de los núcleos activos de galaxias era posible".
Sin embargo, Marriage ha explicado que todavía no se sabe por qué los agujeros negros en galaxias elípticas maduras comienzan a emitir retroalimentación de radiofrecuencia. "El mecanismo exacto detrás de esto no se conoce del todo y todavía hay debate", ha indicado.http://www.europapress.es/ciencia
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