lunes, 7 de julio de 2014
OCO-2 se une al "tren" que estudia la atmósfera terrestre
El tren está a punto de hacerse más largo. El Orbiting Carbon Observatory-2 (OCO-2) de NASA, lanzado el pasado 2 de julio, será el sexto miembro del A-Train. Su misión es medir el dióxido de carbono atmosférico, un gas de efecto invernadero que alcanza hoy en día el porcentaje mayor de los últimos 800 000 años, por lo menos. Obtendrá datos que ayudarán a los científicos a analizar datos de los otros instrumentos del A-Train. A cambio, los otros satélites ayudarán a comprobar sus datos vitales.
OCO-2 se desplazará siguiendo la misma trayectoria que los satélites de NASA CALIPSO (Cloud-Aerosol Lidar and Infrared Pathfinder Satellite Observation) y CloudSat, que monitorizan partículas diminutas de la atmósfera llamadas aerosoles y las nubes, respectivamente. "Hemos alineado las trayectorias de OCO-2, CALIPSO y CloudSat casi perfectamente, y esperamos mantenerlos bien alineados el máximo tiempo posible durante las misiones, así podemos realizar toda la ciencia que deseemos con medidas de los tres satélites", afirma Crisp.
OCO-2 mide dióxido de carbono observando su efecto sobre la luz solar. La luz solar está compuesta de ondas de muchas longitudes de onda, o frecuencias, algunas visibles y otras invisibles. Cuando la luz del sol atraviesa la atmósfera, el dióxido de carbono y otras moléculas absorben frecuencias específicas del espectro de la luz, dejando líneas oscuras en el espectro. Cuanto mayor es la cantidad de luz absorbida en una cierta columna de aire, más dióxido de carbono hay presente. http://observatori.uv.es/
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario