Centaurus A: infrarrojo lejano y los rayos X |
La galaxia la observó sobre todo por Sir John Herschel en 1847, durante su estudio de los cielos del sur. Ahora, más de 160 años más tarde, el observatorio que lleva su nombre ha desempeñado un papel único en el descubrimiento de algunos de sus secretos.
Nuevas imágenes tomadas con el observatorio espacial Herschel, con una resolución sin precedentes en el lejano infrarrojo muestran que la cicatriz gigante negra del polvo que oscurece, atravesando el centro de Centaurus A casi desaparece.Los datos de Herschel también descubrieron evidencia de nacimiento de estrellas en intensidad hacia el centro de la galaxia, junto con dos chorros que emanan del núcleo de la galaxia - una de ellas 15 000 años luz de largo. Nubes recién descubiertos co-alineados con los chorros también se puede ver en el infrarrojo lejano.
"La sensibilidad de las observaciones de Herschel nos permite ver no sólo el brillo del polvo en los alrededores de la galaxia, sino también la emisión de electrones en los chorros en espiral en los campos magnéticos a velocidades cercanas a la velocidad de la luz", explica Göran Pilbratt, Herschel el científico del proyecto.
"XMM-Newton es muy adecuado para la detección ampliada débil emisión de rayos X, a menudo lo que nos permite ver halos alrededor de las galaxias por primera vez", señala Norbert Schartel, XMM-Newton, científico del proyecto.
Los chorros vistos por los dos satélites son la evidencia de un agujero negro supermasivo - diez millones de veces la masa de nuestro Sol - en el centro de la galaxia.
Esta colaboración única, junto con las observaciones de la tierra en luz visible, nos ha dado una nueva perspectiva sobre el drama de los objetos como Centaurus A, con un agujero negro, el nacimiento de estrellas, y el choque de dos galaxias distintas
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