Rusia diseña un motor a reacción que permita cambiar la órbita de asteroides peligrosos para la Tierra. Su creación anda según el calendario, declaró el académico Anatoli Koroteev, director general del Centro Científico Keldysh. En 2012 será trazado un proyecto esbozo y para 2015 se planifican ensayos terrestres.Su estructura consiste en una reducida central atómica unida a un motor de plasma eléctrico. La esfera de aplicación de la instalación puede variar de la repulsión de asteroides al remolque de satélites.
Se ha ideado casi una veintena de métodos de lucha contra asteroides. Por ejemplo, se puede alejar un objeto peligroso de la Tierra por un “remolcador gravitacional” o por una “vela solar”. Es posible cambiar un tanto el vector del movimiento por el impacto de un aparato cinético. Así se procedió, por ejemplo, respecto al núcleo del cometa Tempel, en el que, en 2005, impacto a gran velocidad una pieza de cobre de 370 kg de peso.
Los diseños más variados se estudian también en EEUU y en la UE. En Rusia se prepara la denominada “Concepción del desarrollo de sistemas de lucha contra amenazas espaciales”, que podría constituir la base del correspondiente programa federal. Roscosmos confió su preparación al Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias de Rusia, señala la jefa de sección del Instituto Lidia Ryjlova.
- Hay en suma tres amenazas espaciales: los asteroides, la basura espacial y las fulguraciones solares. Nuestras tares son las que siguen: detección y observación, creación de un centro y un sistema únicos de valuación de riesgos que permitan determinar el grado de peligro del objeto. Y por cierto, un sistema de lucha. El programa calculado por 10 años costará no mucho, según los precios de hoy, incluyendo la base espacial de observación. Será presentado este año y se estima en 68 millardos de rublos (un poco más de 2 millardos de $) por una década.
Del peligro de asteroides comenzó a hablarse en serio en 2004, cuando fue descubierto Apofis cuyo diámetro, según distintas valoraciones, varía de 270 a 350 metros. Los primeros pronósticos de que este asteroide pudiera embestir la Tierra en 2009, con una probabilidad de 1 de 37, a poco causan pánico. Más tarde, los astrónomos precisaron sus cómputos: en 2029 no habrá nada, pero pasados 7 años más, el asteroide puede chocar con la Tierra si durante el acercamiento anterior entra en un corredor gravitacional muy angosto, de 800 metros de diámetro. Las probabilidades de que se produzca esto son mínimas: 1 de 250 mil. La probabilidad de choque son aun menores: 1 de 333 mil, durante el siguiente acercamiento a la Tierra en 2068.
No obstante, las voces de que Apofis presente una amenaza, por muy extraño que parezca, suenan con renovada fuerza. Esta vez hablan políticos. Las potencias quieren recordar sus éxitos en el espacio y el tema de lucha contra el peligro de asteroides deviene ya cosa de prestigio. Dice Lidia Ryjlova.
- En lo que se refiere al aspecto político, por cierto que existe. Y no sólo político. Los norteamericanos escriben sin ambages en sus informes anuales de NASA: quien domina el espacio, domina el mundo. Pues se trata de las tecnologías de doble uso.
Antes de terminar el siglo, la Tierra, lo más probable, no correrá peligro de colisión con cuerpos celestes de un diámetro mayor de 100 metros. Menos de 100 metros de diámetro, sí pueden chocar. Lo más difícil consiste en que es posible detectar tales cuerpos con unas semanas o días antes de su acercamiento con la Tierra. Este problema se resolverá siempre y cuando se implemente una red internacional de aviso de peligros de asteroides. http://spanish.ruvr.ru/ leer mas
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