Las sondas Voyager han cumplido 45 años en el espacio. Desde su lanzamiento en 1977 estas sondas han llegado hasta los confines de nuestro sistema solar y han viajado más lejos que ningún otro objeto creado por el hombre. Pero después de casi cinco décadas en funcionamiento, la NASA ha comenzado a apagar los sistemas electrónicos de las dos icónicas sondas, como ha adelantado Scientific American.
La decisión de la agencia espacial tiene un porqué. La NASA sabe que apagando casi todos los sistemas electrónicos de las naves podrá extender la vida útil de las sondas unos pocos años más. Como mínimo, cree que tendrán energía para llegar hasta 2025, y con algo de suerte, aguantarán hasta la década siguiente. Para ese año, los reactores de plutonio que suministran energía a las dos naves, ya no podrán continuar funcionando.
“Si todo va realmente bien, tal vez podamos extender las misiones hasta la década de 2030. Todo depende de la energía. Ese será el punto que lo limite todo”, afirmaba a Scientific American Linda Spilker, científica planetaria del Jet Propulsion Laboratory de la NASA.
El hecho de que las naves espaciales Voyager sean viejas no significa que no sean útiles. A pesar de que sus datos de telemetría más recientes no parecen ser válidos, como explicaba la NASA, la información científica recabada por los instrumentos científicos resulta todavía válida. De hecho, sus datos más recientes revelaron un fenómeno previamente desconocido del medio interestelar y además detectaron oscilaciones en el plasma del espacio profundo.
Teniendo en cuenta que la vida útil de estas sondas era de tan solo cuatro años, parecen ya más que amortizadas. Pero con la cantidad de imágenes para el recuerdo que han dejado y los descubrimientos científicos que han hecho por el camino, es entendible que la NASA quiera exprimir su potencial un poquito más.https://es.gizmodo.com/adios-a-las-iconicas-sondas-voyager-la-nasa-comienza-a-1849092983
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