Max Planck Institute for Radio Astronomy
Un equipo internacional de astrónomos, dirigido por investigadores del Instituto Max Plack de Radioastronomía (MPIfR) y la Universidad de Colonia, han descubierto dos óxidos de titanio, TiO y TiO2, en longitudes de onda de radio, empleando redes de radiotelescopios en USA y Francia. La detección se realizó en el ambiente de VY Canis Majoris, una estrella gigante cercana al final de su vida.
El descubrimiento se realizó durante el estudio de una estrella espectacular, VY Canis Majoris, o VY CMa abreviando, que es una estrella variable situada en la constelación Canis Major (el Gran Perro). "VY CMa no es una estrella ordinaria, es una de las mayores estrellas conocidas, y se encuentra cerca del final de su vida", afirma Tomasz Kamiński, del Instituto Max Plack de Radioastronomía. De hecho, con un tamaño de entre mil y dos mil veces el del Sol, podría alcanzar hasta la órbita de Saturno si se colocara en el centro de nuestro Sistema Solar.
La estrella expulsa grandes cantidades de material que forman una polvorienta nebulosa. La complejidad de esta nebulosa ha intrigado a los astrónomos duante décadas. Se ha formado como consecuencia del viento estelar, pero no se sabe bien por qué está tan lejos de tener una forma esférica. Tampoco se conoce el proceso físico que expulsa el viento, es decir, qué eleva el material desde la superficie estelar y qué lo expande. "El destino de VY CMa es explotar como supernova, pero no se sabe exactamente cuándo ocurrirá esto", añade Karl Menten, director del departamento de astronomía milimétrica y submilimétrica del MPIfR.
El equipo ha observado por primera vez TiO y TiO2 en longitudes de onda de radio. De hecho, el dióxido de titanio ha sido observado por primera vez de forma indiscutible en el espacio. Se le conoce en la vida cotidiana por ser uno de los componentes principales del pigmento blanco más importante (conocido entre los pintores como "blanco de titanio") o como ingrediente en cremas de protección solar. Es también posible que el lector haya consumido algunas cantidades de él ya que se usa como colorante alimentario (codificado como E171 en las etiquetas). Sin embargo, las estrellas, especialmente las más frías, se supone que expulsan grandes cantidades de óxidos de titanio que, según la teoría, se forman a temperaturas relativamente altas cerca de la estrella. "Tienden a cumularse para formar partículas de polvo visibles en el óptico o el infrarrojo", afirma Nimesh Patel del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics. "Y las propiedades catalizadoras del TiO2 pueden influenciar los procesos químicos que tienen lugar en estas partículas de polvo, que son muy importantes para formar moléculas grandes en el espacio", afirma Holger Müller de la Universidad de Colonia. http://observatori.uv.es/
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