Normalmente, cuando se habla de desviar la órbita de un asteroide el objetivo es alejarlo de nosotros para evitar una desastrosa colisión con la Tierra. Pero un grupo de investigadores chinos se ha propuesto justo lo contario: "capturar" asteroides cercanos, de forma que entren en la órbita terrestre y se queden allí durante el tiempo suficiente para estudiarlos de cerca y, por qué no, para explotar sus recursos minerales. La investigación se publica en Arxiv.org.
leer masEn su trabajo, Hexi Baoyin y sus colegas de la Universidad de Tsinghua, en Pekín, se preguntan cuál sería la mejor forma de conseguir que un asteroide entre (y se quede) en la órbita terrestre. Y sus conclusiones son realmente sorprendentes. De hecho, sostienen que no resultaría demasiado difícil desviar uno o varios pequeños asteroides hacia nuestro planeta. Los investigadores señalan incluso varios candidatos con los que probar la arriesgada maniobra.
Se trata de pequeños objetos cercanos a la Tierra a los que sólo habría que dar un pequeño "empujoncito" para que se acercaran todavía más. La idea se les ocurrió estudiando un curioso fenómeno que de vez en cuando se puede observar en Júpiter y cuyo mejor ejemplo es el del cometa Oterna. En efecto, en el año 1936 este vagabundo espacial fue capturado por la gravedad del planeta gigante, que lo retuvo durante dos largos años. Después, el cometa fue lanzado de nuevo hacia las profundidades del espacio.
Baoyin y sus colegas creen que algo parecido podría suceder también en la Tierra. Sin embargo, y después de estudiar las órbitas de más de 6.000 Neos (objetos cercanos a nuestro planeta), los investigadores llegaron a la conclusión de que el fenómeno no se producirá de forma natural, por lo menos no durante los próximos miles de años.
Con un empujón
Pero varios de los asteroides estudiados sí que pasarán bastante cerca de la Tierra. Tan cerca que el más leve empujón permitiría que la gravedad de nuestro planeta los capturara y los colocara en órbita. En palabras de Baoyin, "cuando uno de estos Neos se acerca a la Tierra, sería posible alterar su energía orbital... para hacer que se convierta en un pequeño satélite de nuestro planeta".
Y vayamos con los candidatos. Uno especialmente adecuado sería el objeto 2008EA9, una roca de diez metros de diámetro que pasará a menos de un millón de km. de distancia en el año 2049. Este pequeño asteroide tiene una velocidad orbital muy parecida a la de nuestro planeta y Baoyin ha calculado que bastaría corregir su velocidad sólo en 410 metros por segundo. Lo cual es realmente muy poco. Si se realiza la maniobra con éxito, el asteroide se colocaría en órbita al doble de la distancia de la Luna.
Una órbita que, igual que en el caso del cometa de Júpiter, sería temporal y duraría unos pocos años. En todo caso, el tiempo suficiente para estudiarlo con toda comodidad e incluso para realizar prospecciones mineras sobre su suerficie.
Una idea interesante, no cabe duda. Aunque los investigadores no dicen qué es lo que podría suceder si durante la maniobra de captura se produjera el más leve error de cálculo...
http://www.abc.es/
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