Las primeras imágenes se podrán ver hasta finales de mes, cuando los ingenieros comiencen a probar los instrumentos de la sonda, y la misión de exploración comenzará oficialmente el 4 de abril La agencia espacial estadounidense (NASA) cumplió otro hito al poner por primera vez en la historia un satélite en la órbita de Mercurio, que dará nuevas pistas sobre los orígenes del sistema solar e irá en busca de hielo donde, tal vez, encuentre restos de vida.
La sonda Messenger (acrónimo de la misión Mercury Surface, Space Environment, Geochemistry & Ranging) , que partió hace seis años y medio, entró en la órbita de Mercurio a las 01:09 GMT (18:09 hora de México), tal y como estaba previsto Las primeras imágenes se podrán ver hasta finales de mes, cuando los ingenieros comiencen a probar los instrumentos de la sonda, y la misión de exploración comenzará oficialmente el 4 de abril, explicó Tony Carro, director de la misión.
La sonda va equipada de espectrómetros en varias bandas (rayos gamma, neutrones, rayos x), que permiten observar la composición tiene la superficie, un instrumento que mide el plasma, las partículas del espacio, un altímetro por láser y varias cámaras.
"Es una misión muy completa" aseguró Carro, quien lleva involucrado en este proyecto más de 12 años y que está deseando ver el que será el momento "culminante" de tanto trabajo.
Antes de lograrlo, la nave tuvo que hacer una difícil maniobra que empezó a las 20:45 del jueves hora de la costa del este de Estados Unidos, (00:45 GMT del viernes) y concluyó 15 minutos más tarde.
El motor más potente, de 660 newton, se encendió para desacelerar la velocidad de la nave y que pudiera ponerse en una órbita muy elíptica que irá desde los 200 kilómetros hasta los 15 mil kilómetros, explicó.
Esta gran elipse es necesaria porque la temperatura en Mercurio, el planeta más cercano al Sol, es muy alta y, aunque el Messenger tiene un escudo protector, conviene que se aleje para enfriarse y luego se acerque para continuar con la captura de datos, indicó.
Esta es la primera vez que un satélite se pone en la órbita de Mercurio, uno de los planetas que más ha costado investigar ya que se mueve mucho más rápido que la Tierra y una nave debe desplazarse a unos 104.607 kilómetros por hora para alcanzarlo, además enfrentarse al calor del Sol.
Para conseguirlo, Carro explicó que han tenido que hacer el viaje en distintas etapas. Messenger fue lanzado en 2004 y desde entonces ha hecho varias aproximaciones hasta conseguir su objetivo.
"Es difícil ponerse en la órbita de Mercurio a no ser que tengas un cohete muy potente, lo cual presentaría otros problemas, así que primero pasamos alrededor de la Tierra una vez, luego dos alrededor de Venus y 3 alrededor de Mercurio para al final ir frenando hasta alcanzar la órbita".
Otra misión anterior, la Mariner 10, pasó tres veces por Mercurio en los años setenta y proporcionó algo de luz a la investigación del planeta gris.
Sin embargo, "aún hay muchas preguntas que no sabemos, sobre su densidad, si tiene en el interior una parte sólida o una parte líquida y cuestiones sobre su campo magnético", dijo el científico.
"Una de las cosas que queremos saber es si hay agua en los polos" indicó. En cuanto a la posibilidad de hallar vida "eso sería otro paso, pero siempre cuando buscamos encontrar vida, la cuestión del agua es muy importante", aseguró.
Y todo es posible, ya que según explicó las temperaturas varían mucho en Mercurio y puede ser que en un cráter muy profundo donde no penetre la luz del sol haya hielo.
No obstante, todavía es demasiado pronto, "hay muchas preguntas que no se saben con exactitud", agregó.
Carro señaló que las investigaciones para encontrar vida en otro planeta están centradas en Marte, pero "esa es siempre la pregunta, si hay algún indicio de vida ahora o del pasado".
Los datos de Messenger abrirán la puerta a numerosas investigaciones.
"Es muy interesante saber cómo se originó el Sistema Solar y, sobre todo, en los planetas que son parecidos a la Tierra, te da mucha información sobre cómo progresó el sistema solar, qué pasó, cómo se compara con lo que pasó en la Tierra", explicó.
Mercurio, Venus, Tierra y Marte son los tres planetas terrestres rocosos del sistema solar y de ellos Mercurio es el más pequeño, el más denso, el que tiene la superficie más antigua, el que registra mayor variación diaria en la temperatura de su superficie y, hasta ahora, el menos explorado.
Al alcanzar la órbita de Mercurio, a la NASA sólo le quedarán dos planetas por orbitar, Urano y Neptuno, aunque ha hecho acercamientos a todos con distintas misiones.
En este proyecto actualmente participan 400 personas, entre personal de la NASA y estudiantes e investigadores de Universidades que colaboran con la agencia espacial http://www.eluniversal.com.mxleer mas
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