viernes, 15 de julio de 2016

Chandra encuentra pruebas de una violenta unión de estrellas

Ilustración de artista que muestra la emisión de rayos X en un estrecho haz que se origina cuando dos estrellas chocan y se fusionan, originando un estallido de rayos gamma (GRB). Crédito: rayos X de NASA/CXC/Univ. of Maryland/E. Troja et al; óptico de Lowell Observatory's Discovery Channel Telescope/E.Troja et al.; ilustración de NASA/CXC/M.Weiss.
Los estallidos de rayos gamma, o GRB, son algunos de los fenómenos más violentos y energéticos del Universo. Aunque se trata de las explosiones más luminosas del cosmos, un estudio nuevo con el observatorio de rayos X Chandra y el satélite Swift de NASA, y otros telescopios sugiere que los científicos podrían estar perdiéndose la mayoría de estas potentes detonaciones cósmicas.

Los astrónomos piensan que algunas explosiones de GRB son el producto del choque y la fusión de dos estrellas de neutrones o de una estrella de neutrones y un agujero negro. El nuevo estudio proporciona la mejor prueba hasta ahora de que tales choques producirán un haz muy estrecho, o chorro, de rayos gamma. Si un chorro estrecho de este tipo no estuviera apuntando hacia la Tierra, el GRB originado por la colisión no sería detectado. Sin embargo, hasta ahora no había pruebas bastante sólidas porque el rápido declive en la emisión de luz no se había observado en longitudes de onda múltiples, permitiendo explicaciones que no incluían chorros.


El 3 de septiembre de 2014, el observatorio Swift captó un GRB, que fue llamado GRB 140903A por la fecha en que fue detectado. Los científicos realizaron entonces observaciones en el óptico con el telescopio del observatorio Gemini para determinar que se produjo en una galaxia a unos 3900 millones de años luz, relativamente cerca para tratarse un GRB. Tres semanas después, un equipo de investigadores dirigido por Eleonora Troja observó los restos del GRB en rayos X con Chandra, lo que permitió obtener información acerca de la caída de la emisión en rayos X por parte del GRB, lo que proporciona datos acerca de las propiedades del chorro.

Concretamente, los investigadores descubrieron que el chorro es emitido con un ángulo de sólo cinco grados basándose en las observaciones en rayos X, más las ópticas, más otras en radio con el VLA, equivalente a un círculo con el diámetro de tus tres dedos centrales con el brazo estirado. Esto significa que los astrónomos sólo están detectando un 0.4 % de este tipo de GRB cuando estalla, dado que en muchos casos el chorro no estará apuntando directamente hacia nosotros.http://observatori.uv.es/

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