Científicos planean reubicar un importante experimento sobre el origen del Universo a dos kilómetros bajo el suelo de Canadá
ABC / madridEn las profundidades de la mina Soudan, una antigua explotación de hierro ubicada en Minnesota (EE.UU.), los científicos buscan señales de la materia oscura, la misteriosa sustancia que mantiene «pegado» al Universo y que, si la teoría no está equivocada, forma el 20% de la masa total del Cosmos. En ese lugar fantasmal, un detector, denominado CDMS (Cryogenic Dark Matter Search), está a la caza de una partícula que, por fin, nos confirme su existencia. Pero, con la excepción de algunas sospechas aún por confirmar, el experimento todavía no ha dado resultados y seguimos sin ver con nuestros propios ojos cómo es esa extraña fuerza universal. Ante la falta de «eurekas», los científicos se plantean que, quizás, el lugar dónde se busca uno de los mayores misterios del mundo de la Física quizás no reúna las condiciones suficientes para un final feliz. En este sentido, proponen que el experimento subterráneo sea trasladado a una instalación aún más profunda, a dos kilómetros bajo tierra en Ontario, Canadá, para que los rayos cósmicos que golpean en la Tierra no puedan distorsionar la investigación.
NASA
Los científicos se dieron cuenta hace ya años de que la velocidad de rotación de las galaxias y el comportamiento de los cúmulos de galaxias no podían ser explicados por las fuerzas tradicionales de la gravedad. Otra cosa -algo invisible pero muy potente- tenía que ejercer la fuerza para que las galaxias rotasen a más velocidad de la esperada. Esto es la materia oscura, que no refleja ni absorbe la luz de ninguna forma, y que nunca ha podido ser observada directamente.
La propuesta de buscar este misterio en un lugar aún más profundo bajo la tierra ha sido lanzada por Marek Los, uno de los responsables del CDMS, en la Conferencia Internacional sobre Física de Alta Energía (ICHEP) que se celebra en París. El actual detector de Minnesota se encuentra a 700 metros bajo el suelo y la nueva ubicación, en Sudbury (Ontario, Canadá) se situaría a dos kilómetros de profundidad. Este descenso reduciría las señales de fondo de los rayos cósmicos y permitiría buscar las partículas de materia oscura, llamadas WIMPs, con mayor facilidad y con menos errores y falsos positivos.
A salto de WIMPs
Los científicos no tienen muy claro en qué consisten, pero creen que la materia oscura está compuesta de WIMPs, unas partículas que sólo reaccionan ante dos de las cuatro fuerzas de la naturaleza (la gravedad y la fuerza nuclear débil, responsable de la radiación). Hace unos meses, en febrero, investigadores de la Universidad de Florida que trabajan en el CDMS, anunciaron que podrían haber captado dos posibles WIMPs, pero también reconocieron que no podían confirmar tan espectacular hallazgo. Incluso un grupo de científicos de la Universidad de Columbia que trabajan en el experimento XENON aseguraron que sus competidores no habían podido lograr tal logro.
Marek Los es muy cauto respecto a este tipo de descubrimientos. Según explica a la BBC, «el descubrimiento de los WIMPs es un gran logro y tienes que estar seguro de que lo que estás viendo es correcto». Los nuevos detectores, más potentes, ayudarán a evitar los falsos positivos
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