Ejemplos de galaxias con un bulbo central y un disco que lo rodea. Crédito: Hyper Supreme-Cam Subaru y Pan-STARSS.
Al igual que nuestra Vía Láctea, la mayoría de las galaxias poseen dos componentes: un disco extendido, en el que se forman estrella nuevas a partir del gas, y un bulbo central de estrellas principalmente más viejas que crece con el paso de tiempo.
Un estudio publicado recientemente ha encontrado que el tamaño del bulbo de las galaxias cambia según su giro se alinee con la estructura de su entorno, la «red cósmica», compuesta por estructuras filamentarias gigantescas que unen entre sí a los cúmulos masivos de galaxias.
El nuevo estudio concluye que las galaxias con bulbos mayores tienden a girar perpendicularmente a los filamentos en los que se hallan sumergidas, mientras que las galaxias con bulbos menores tienden a girar en paralelo a estos filamentos.
«Las galaxias que son principalmente disco, con un bulbo de masa baja, tienden a tener su eje de giro paralelo al filamento más cercano. Esto es porque se forman principalmente a partir de gas que cae hacia el filamento y que ‘enrollan’. Los bulbos de las galaxias crecen cuando las galaxias se fusionan, generalmente mientras se desplazan a lo largo del filamento. Así, las fusiones tienden a ‘invertir’ la alineación entre el giro de la galaxia y el filamento, pasando de paralelo a perpendicular», explica la Dra Stefania Barsanti (Australian National University).https://observatori.uv.es/los-cambios-de-giro-demuestran-como-las-galaxias-se-forman-a-partir-de-la-red-cosmica/
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