de NASA
Los astrónomos piensan que en el centro de la mayoría de las galaxias existen agujeros negros supermasivos. No solo parece que las galaxias y los agujeros negros coexistan, sino que aparecen inextrincablemente unidos en su evolución. Para comprender mejor esta realción simbiótica, los cientificos se han fijado en agujeros negros de crecimiento rápido - los llamados núcleos activos de galaxias - para estudiar cómo se ven afectados por sus ambientes galácticos.
Los últimos datos de Chandra y Spitzer muestran que IC 4970 contiene un AGN, pero uno que se encuentra densamente rodeado por gas y polvo. Ello significa que los telescopios ópticos tienen poco donde mirar. Los rayos X y la luz infrarroja, en cambio, pueden atravesar este velo de material y revelar el espectáculo de luz que se genera cuando el material se calienta antes de precipitarse hacia el agujero negro.
Fuente: http://observatori.uv.es/
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