Integral ha capturado uno de los brotes de rayos gamma más brillantes jamás vistos. Un análisis meticuloso de los datos ha permitido a los astrónomos investigar las fases inciales de esta explosión estelar gigante, que produjo la expulsión de materia a velocidades cercanas a la de la luz. En particular, los astrónomos creen que la explosión envió parte del campo magnético del motor central al espacio.
El 19 de diciembre de 2004, los efectos de una estrella que había explotado llegaron a la Tierra. El satélite Integral de ESA, un observatorio en órbita de rayos gamma, registró el acontecimiento entero, proporcionando información acerca del que podría ser uno de los brotes de rayos gamma más importantes observados en años recientes. Mientras se tomaban los datos, los astrónomos observaron cómo el estallido de 500 segundos de duración alcanzaba un brillo extraordinario
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