Los científicos han descubierto que una actividad solar extrema comprime drásticamente la magnetosfera y modifica las composiciones de los iones en el espacio cercano a la Tierra. Ahora están buscando la forma de modelizar cómo estos cambios afectan a los satélites en órbita, incluyendo el sistema de GPS.
Los resultados fueron obtenidos a partir de medidas in situ coordinadas realizadas por los cuatro satélites Cluster de ESA junto con los dos satélites Double Star de China/ESA.
Bajo condiciones solares normales, los satélites GPS orbitan por dentro de la magnetosfera - la burbuja protectora magnética producida por el campo magnético de la Tierra. Pero cuando la actividad solar aumenta, el cuadro cambia significativamente: se comprime y las partículas adquieren más energía, exponiendo a los satélites a mayores dosis de radiación que pueden perturbar la recepción de la señal.
Fuente: Noticias del cosmos http://www.uv.es/obsast/es/divul/noticias/hoy.html
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