Hace veinte años, el primero de marzo de 2002, la ESA lanzó un nuevo satélite para monitorear nuestro planeta desde el espacio: Envisat. Esta misión de investigación, que contó con 10 instrumentos, se convertiría en un faro para el desarrollo de futuros satélites de observación de la Tierra. En órbita durante 10 años, el doble de su vida útil proyectada, esta misión insignia proporcionó a la ciencia una gran cantidad de datos sobre la salud de nuestro planeta y el cambio climático, un tesoro de datos que todavía se utiliza hoy en día. Gracias al Programa Espacial Heritage, la ESA garantiza que estos valiosos datos se conserven y sean accesibles para las generaciones futuras.https://www.esa.int/
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