Uno de cada diez habitantes de la Tierra cree en las profecías de los antiguos mayas de que el fin del mundo ocurrirá el 21 de diciembre de 2012.
Tales son los resultados de la encuesta internacional que contó con la participación de más de dieciséis mil personas de veinte países, entre ellos China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia. ¿Cuáles son las razones de semejantes ánimos apocalípticos? ¿Tal vez sea verdad que el enigmático planeta Nibiru se esté acercando a la Tierra y provocará una catástrofe universal?Más que otros, los chinos creen en las predicciones de los mayas. El 20 % de los ciudadanos chinos esperan que este año ocurrirá el fin del mundo. Los habitantes de Polonia y Rusia son menos crédulos. De acuerdo con la encuesta, solo 13 % de los habitantes de estos países esperan el Juicio Final a fines de año. Los expertos indican que la propensión a creer en un próximo fin de la civilización se observa con mayor frecuencia en jóvenes con poca instrucción y bajos ingresos. Por lo demás, no hay que atribuirlo todo a la insuficiencia de educación y a los pequeños salarios: los medios de comunicación manipulan magistralmente la conciencia social, explotando el tema del “fin del mundo” con fines meramente comerciales –estima el psicólogo de la Academia de Ciencias Naturales de Rusia, Serguei Kliúchnikov:
—La televisión, Internet y la prensa exageran con habilidad la creencia en el “fin del mundo”, que, en general, fue propio del hombre desde tiempos remotos. Pienso que se trata de toda una industria: logotipos, camisetas, programas, libros… Siempre hay que preguntarse: ¿A quién le conviene todo esto? El 21 de diciembre de 2012 es una fecha que se ha convertido en una suerte de marca comercial.
Por otra parte –estima Serguei Kliúchnikov, las alarmantes expectativas de los encuestados tienen un fundamento bastante real:
—Es evidente que la civilización tecnocrática en la que vivimos y que explota la naturaleza con una intensidad tremenda, difícilmente dure mucho tiempo. La naturaleza empieza a vengarse con erupciones volcánicas, tsunamis, que son cada vez más frecuentes y se manifiestan de forma más activa. Las personas ven todo esto, lo cual también ejerce influencia sobre ellas. Influye asimismo el telón de fondo de nuestra vida. Por una parte, la extraña mezcla de racionalismo y ciencia. Por la otra, las supersticiones y a veces bastante primitivas. Y, en tercer lugar, el caos real relacionado con ciertas manifestaciones sociales como el terrorismo, las guerras, etc. Todo esto infunde en muchas personas la idea del fin del mundo.
El problema del fin del mundo es tan actual, que obligó a científicos serios a hacer refutaciones públicas al respecto. Son muy grandes los temores que experimenta la sociedad con respecto a esa fecha funesta. Por ejemplo si se busca en Internet “desgracias de 2012” se obtendrán más de treinta y cinco millones de resultados. Entre ellos hay un buen número dedicado al misterioso planeta Nibiru, que supuestamente se está acercando a la Tierra desde las profundidades del cosmos. Se acusa a los astrónomos de complot criminal a los efectos de ocultar la existencia del peligroso objeto espacial y, de esa manera, prevenir el pánico. No obstante, los científicos declaran con toda responsabilidad que el planeta Nibiru no existe. Si este “visitante” espacial realmente existiera, ya estaría dirigiéndose hacia la Tierra y podría observarse a simple vista en las proximidades de la órbita de Marte.http://spanish.ruvr.ru leer mas
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