sábado, 16 de septiembre de 2017

Tráfico estelar denso, cometas desviados y un estudio de los desencadenantes de un desastre cósmico

Imagen del cometa C/2012 S1 (ISON), tomada con el telescopio TRAPPIST-Sur en el observatorio de La Silla de ESO, en la mañana del 15 de noviembre de 2013. El origen más probable de este cometa es la nube de Oort y no chocará contra la Tierra. Crédito: TRAPPIST/E. Jehin/ESO.
Cuando pasan estrellas cerca de nuestro sistema solar, pueden empujar cometas de la lejana nube de Oort hacia las regiones interiores alrededor del Sol. Así, estos encuentros estelares son un factor importante a la hora de determinar el riesgo de grandes impactos cósmicos en la Tierra. Ahora, Coryn Bailer-Jones (Max Planck Institute for Astronomy) ha utilizado datos del satélite Gaia de la ESA para obtener la primera estimación sistemática de la frecuencia de estos encuentros estelares cercanos. Cada millón de años hasta dos docenas de estrellas pasan a pocos años-luz del Sol, produciendo un estado de perturbación casi constante en la nube de Oort.

Los cometas que chocan contra la Tierra producen catástrofes cósmicas que se cuentan entre las más extensas y violentas. Sin embargo, hasta donde sabemos actualmente, los impactos con consecuencias regionales o incluso globales son extremadamente raros y se producen con una frecuencia de no más de uno cada millón de años.


El culpable principal son los encuentros estelares: estrellas que pasan por el vecindario cósmico de nuestro Sol. En las afueras de nuestro sistema solar se piensa que existe un depósito de objetos fríos y helados – cometas en potencia- conocido como la nube de Oort. La influencia gravitatoria de las estrellas que pasan puede empujar a estos cometas hacia el interior, en un viaje que los dirige al sistema solar interior, posiblemente en un curso de colisión con la Tierra. Por ello conocer estos encuentros estelares y sus propiedades tiene un impacto directo en la estimación de riesgos relacionados con choques de cometas.

Ahora Bailer-Jones ha publicado la primera estimación sistemática de la frecuencia de estos encuentros estelares. El nuevo resultado utiliza datos de la misión Gaia, combinando sus mediciones nuevas con las anteriores del satélite Hipparcos de ESA. Su estudio muestra que en el transcurso de un millón de años típico, pasarán entre 490 y 600 estrellas a menos de 16.3 años-luz de distancia del Sol). Entre 19 y 24 estrellas pasarán a 3.26 años-luz o menos. Estos cientos de estrellas se encontrarían suficientemente cerca como para desviar cometas de la nube de Oort hacia el sistema solar interior.https://observatori.uv.es/

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