Los científicos llevan contando las manchas solares desde 1610 con pequeños telescopios. Así se ha comprobado que la actividad del Sol se dispara cada once años, según aumenta periódicamente el número de manchas más oscuras y frías que el resto de su superficie. Cuantas más manchas aparecen, más luminosas son las zonas que las rodean, y nuestra estrella brilla más.
Pero los ciclos de once años no tienen siempre la misma intensidad. Los picos más intensos de luminosidad en el Sol se produjeron en el siglo XX, al que los expertos han denominado ‘el máximo moderno’. Sin embargo, un equipo internacional de científicos ha revisado los datos históricos y ha comprobado que también hubo valores elevados en otras épocas.
Los resultados, que publica la revista Space Science Reviews, también revelan que en otros periodos ocurrió lo contrario, como en el mínimo de Maunder (1645-1715), cuando prácticamente desaparecieron las manchas y la actividad solar se redujo drásticamente.
El estudio histórico de las manchas solares ha servido para detectar varios errores en los dos índices. Sus autores, de centros como el propio Observatorio Real de Bélgica, la Universidad de Stanford y el Observatorio Solar Nacional de EE UU, también han podido corregir algunas de las incidencias detectadas.
Para realizar la investigación, desde España se ha aportado la información del catálogo de manchas solares del Observatorio de la Universidad de Valencia, elaborado entre 1920 y 1928 antes de su incendio, y los datos del Observatorio Astronómico de Madrid recogidos entre 1876 y 1986.http://observatori.uv.es/
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