Aceptó teoría de la evolución contra la derecha fundamentalista
Después de que hace cuatro siglos la Santa Inquisición de la Iglesia Católica condenó a Galileo Galilei, al que muchos consideran el padre de la astronomía, el Vaticano no solo dejó de lado a los fundamentalistas hostiles a la ciencia, sino que terminó aceptando las teorías del Big Bang (expansión del universo) y la evolución. Este giro de 90 grados fue posible gracias a la intervención del sacerdote, Georges Lemaitres, el verdadero Padre del Big Bang, quien no solo convenció a la comunidad científica, encabezada por Albert Einstein, que lo cuestionaba inicialmente, sino a la alta jerarquía de la Iglesia Católica, pese al horror de la ultraderecha católica que trata de silenciar este tema.
Estos enfrentamientos subterráneos en la Sante Sede, demostrarían que no son nada nuevas las intrigas reveladas en este año por Paolo Gabriele, el exmayordomo, o el sumario contra la logia P2, instruido en Italia a principios de los años ochenta, sobre la conexión Banco Ambrosiano-Banco Vaticano, entre otros temas.La historia, extrañamente poco difundida, se remonta al 22 de noviembre de 1951, cuando el Papa Pío XII pronunció una famosa alocución ante la Academia Pontificia de Ciencias, sugerir que la ciencia, y en particular los nuevos conocimientos sobre el origen del universo, prueban la existencia de la creación divina.
Lemaître pensó que era conveniente clarificar la situación para evitar equívocos, y habló con el jesuita Daniel O'Connell, director del Observatorio Vaticano, y con los Monseñores dell'Acqua y Tisserand, acerca del próximo discurso del Papa sobre cuestiones científicas.
El 7 de septiembre de 1952, Pío XII dirigió un discurso a la asamblea general de la Unión astronómica internacional y, aludiendo a los conocimientos científicos mencionados en el discurso precedente, evitó extraer las consecuencias que podían prestarse a equívocos, iniciando un espinoso camino hacia la evolución.
En un comunicado sorpresivo para el mundo, el Vaticano, oficialmente y a través de su vocero el Cardenal Paul Poupard del Consejo Pontífico para la Cultura, señaló que rechaza la filosofía del "Diseño Inteligente" advocada por cristianos "fundamentalistas" y que apoya a la Teoría de la Evolución de Darwin, la cual es "perfectamente compatible" con las escrituras de la Biblia.
En esos momentos en los Estados Unidos se suscitaba un debate intenso entre los fundamentalistas que quieren evitar que en las escuelas públicas se enseñe sobre la Evolución, y que se reemplacen esas enseñanzas científicas por la teológica que dice que todo en el universo debió haber sido creado solo por un Dios.
La filosofía fundamentalista del "Diseño Inteligente" mencionaba que todo (desde las galaxias hasta la composición celular, química y atómica del ojo humano) fue diseñado de antemano por un Dios creador que posee una inteligencia súper avanzada.
Sus defensores dicen que el mundo es tan perfecto que no puede ser coincidencia que las cosas son como son y que estamos aquí para experimentarlas, en una interpretación teológica que la misma Iglesia había apoyado abiertamente durante casi los últimos 20 siglos pero que ahora quedaba de lado.http://www.cronicaviva.com.peleer mas
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