Científicos de todo el mundo están echando una segunda mirada, más amplia, al asteroide del tamaño de un coche que explotó sobre el Desierto de Nubia en Sudán en 2008. Las investigaciones iniciales se centraron en clasificar los fragmentos del meteorito que fueron recogidos entre dos y cinco meses después de que fueran esparcidos por el desierto y rastreados por la red astronómica de Objetos cercanos a la Tierra, de NASA. Ahora, los investigadores han publicado una serie de artículos en los que amplian su trabajo, demostrando la diversidad de estos fragmentos, con importantes implicaciones sobre el origen del meteorito. En la primera ronda de la investigación, el científico geofísico Doug Rumble de Carnegie, en colaboración con Muawia Shaddad de la universidad de Kartum, examinaron un fragmento del asteroide, llamado 2008 TC3, y determinaron que cae dentro de una categoría muy rara de meteoritos llamados ureilitas. Las ureilitas presentan una composición muy diferente a la de la mayoría de los meteoritos. Se ha sugerido que todos los miembros de esta familia meteórica podrían tener un origen común, llamado el cuerpo progenitor de ureilitas, que podría haber sido un protoplaneta.
Ahora Rumble ha extendido su trabajo para examinar 11 fragmentos del meteorito, centrándose en la presencia de isótopos de oxígeno. Los isótopos son átomos de un mismo elemento que poseen neutrones extra en sus núcleos.
"Ya se sabía que los fragmentos del Desierto de Nubia procedían de un mismo asteroide. Teniendo eso en cuenta, los nuevos resultados demuestran que el origen del asteroide, el cuerpo progenitor de ureilitas, también poseía diferentes isótopos de oxígeno", afirma Rumble.http://observatori.uv.es leer mas
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