Esto sí que es un fichaje galáctico. Un planeta nacido y formado fuera de la Vía Láctea que fue capturado, junto a su estrella, por la enorme gravedad de nuestra galaxia. Ahora se encuentra a solo 2.200 años luz del sistema solar, en nuestro barrio de la galaxia, donde ha sido descubierto por astrónomos del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg (Alemania). Llamado HIP 13044 b, un nombre que parece una matrícula como es habitual entre astrónomos, es un planeta desconcertante. Orbita alrededor de una estrella vieja –llamada HIP 13044– parecida a como será nuestro sol cuando se acerque al final de su vida y ya no quede nadie aquí en la Tierra.
Según los resultados de la investigación presentados ayer en la web de la revista Science, es una estrella compuesta casi exclusivamente por hidrógeno y helio, sin apenas metales, que son la materia prima a partir de la que los sistemas estelares alumbran planetas. Si la teoría actual de formación planetaria fuera correcta, no debería haber ningún planeta a su alrededor. Y sin embargo lo hay. Lo que indica que algo debe estar fallando en la teoría.
El planeta está condenado a ser engullido por la estrella y fundirse en su interior, de manera similar a como le ocurrirá a la Tierra cuando el Sol agote su depósito de hidrógeno. "La estrella está relativamente calmada, el planeta por ahora está seguro", declaró ayer Johny Setiawan, primer autor del estudio, en una rueda de prensa por internet. Pero más adelante, explicó, la estrella se expandirá y engullirá el planeta.
HIP 13044 b ha sido descubierto en el marco de una investigación para buscar planetas alrededor de estrellas viejas. La gran mayoría de los casi 500 planetas extrasolares descubiertos hasta ahora orbitan alrededor de estrellas jóvenes. Pero falta investigar cómo evolucionan los sistemas planetarios a medida que las propias estrellas evolucionan.
Es un "descubrimiento fascinante si pensamos en el futuro de nuestro propio sistema solar", declaró Setiawan. Los astrónomos han calculado que la estrella alrededor de la que orbita el planeta tiene una masa equivalente al 80% del Sol. No han podido establecer qué tamaño exacto tenía en su juventud, cuando tenía la edad del Sol, aunque "no debía tener una masa mucho mayor que ahora, debía ser muy parecida al Sol", dijo Setiawan. Dado que la evolución de una estrella depende sobre todo de su masa, la investigación "aporta pistas sobre el futuro de nuestro sistema planetario", añadió el investigador.
Las observaciones de la estrella, realizadas con el telescopio MPG/ESO que el Instituto Max Planck y el Observatorio Austral Europeo tienen en Chile, muestran que la estrella tiene un movimiento oblicuo respecto al plano de la galaxia. Si las estrellas nacidas en la Vía Láctea giran en un plano alrededor del centro de la galaxia, dibujando una figura similar a una ensaimada, HIP 13044 forma parte de un grupo de estrellas que cruzan el plano de la galaxia. Es como si en el sistema solar apareciera un planeta que, en lugar de girar en el mismo plano que los demás, como atletas corriendo en una pista de atletismo, se columpiara por encima y por debajo de este plano. Solo con ver su trayectoria, los astrónomos ya sabrían que viene de otro lugar del espacio.
En el caso del grupo de estrellas del que forma parte HIP 13044, se ha podido establecer que proceden de una pequeña galaxia que fue devorada por la Vía Láctea en un acto de canibalismo galáctico hace entre 6.000 y 9.000 millones de años, una época en que aún no se habían formado el Sol y la Tierra.
El planeta HIP 13044 b sobrevivió al cataclismo gracias a que en ningún momento se cruzó de cerca con una estrella de la Vía Láctea que trastocara su órbita y lo alejara de su estrella madre, explicó ayer Rainer Klement, coautor de la investigación. Los astrónomos del Instituto Max Planck reconocieron que no han observado directamente el planeta. Las imágenes que han difundido son creaciones virtuales elaboradas a partir de lo que se sabe de otros planetas y de estrellas similares a HIP 13044. Pero han podido deducir su existencia a partir de las oscilaciones periódicas detectadas en las señales emitidas por la estrella.
Cada 16 días y 5 horas, con precisión suiza, la estrella parece acercarse y alejarse ligeramente de la Tierra. Estas oscilaciones solo pueden deberse, según los autores de la investigación, a que hay un planeta en órbita alrededor de la estrella y que la arrastra con su gravedad.
El hecho de que en aquel planeta el año dure solo 16 días y 5 horas indica que tiene que encontrarse muy cerca de la estrella. Una vez analizado el movimiento de la estrella, los astrónomos han calculado que HIP 13044 b tiene una órbita elíptica que lo acerca, en el punto de máxima aproximación, a unos 8 millones de kilómetros de la superficie estelar. Esta distancia es 18 veces más corta que la que separa la Tierra del Sol.
Conociendo la distancia a la que se encuentra el planeta, así como la magnitud del movimiento de la estrella, se ha podido calcular la masa de HIP 13044 b. Según los resultados presentados ayer, esta masa es por lo menos un 30% mayor que la de Júpiter, el planeta más grande del sistema solar. Esto implica que se trata de un planeta gigante gaseoso como Júpiter o Saturno, y no de un pequeño planeta rocoso como la Tierra. Incluso si hubiera tenido algún continente rocoso, la temperatura allí es tan alta que no puede haber agua en estado líquido. Todo ello implica que es un planeta yermo.
Pero lo que más intriga a los astrónomos es que la estrella contiene cien veces menos hierro que el Sol, según se desprende del análisis de la radiación emitida por el astro. Y los metales como el hierro son un ingrediente imprescindible para formar planetas. Ningún otro sistema planetario descubierto hasta la fecha gira alrededor de una estrella tan pobre en hierro como HIP 13044. Según admite Johny Setiawan, "es un enigma para el modelo comúnmente aceptado de formación planetaria cómo una estrella como esta pudo formar un planeta".http://www.lavanguardia.es leer mas
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