Este mes, el cometa Hartley 2 ha presentado un buen espectáculo para los astrónomos aficionados. El vívido color verde de la atmósfera del cometa y su cola de polvo de color castaño se ven fabulosos a través de un pequeño telescopio y la nave espacial de la NASA Deep Impact/EPOXI (Impacto Profundo/EPOXI, en idioma español), está a punto de proporcionar imágenes aún más impresionantes, cuando sobrevuele el núcleo del cometa, el 4 de noviembre. Otro tipo de espectáculo puede estar también aproximándose. ¿Podría este cometa producir una lluvia de meteoros?
"Probablemente no", dice Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides, de la NASA, "pero la otra noche vimos algo que me hizo dudar".
El 16 de octubre, un par de cámaras de la NASA que observaban todo el cielo capturó un inusual bólido que atravesaba el cielo nocturno sobre Alabama y Georgia. Fue brillante, lento y —esto es lo que lo hace inusual— extrañamente similar a un bólido que pasó sobre el Este de Canadá menos de cinco horas antes. El bólido de Canadá fue grabado por otro conjunto de cámaras que observaban todo el cielo, las cuales son operadas por la Universidad de Ontario del Oeste (University of Western Ontario o UWO, por su sigla en idioma inglés). Debido a que los bólidos fueron captados por múltiples cámaras, fue posible triangular sus posiciones y reconstruir sus órbitas antes del choque contra la Tierra. Esto llevó a una conclusión importante:
"Las órbitas de los dos bólidos eran muy similares", dice Cooke. "Es como si provinieran de un mismo progenitor".
Hay un candidato a tan sólo 17,7 millones de kilómetros (11 millones de millas) de distancia: El pequeño pero activo cometa Hartley 2 está protagonizando uno de los encuentros más cercanos entre un cometa y la Tierra en muchos siglos. Ocurre que las órbitas de los dos bólidos no solamente eran similares una a la otra, sino que también se parecían a la órbita del cometa. Además, meteoroides del cometa Hartley chocarían con la atmósfera de la Tierra a velocidades relativamente bajas —tal como lo hicieron los dos bólidos. Cooke enfatiza que esto podría ser una coincidencia. "Miles de meteoroides chocan contra la Tierra cada noche. Algunos de ellos están destinados a parecerse a Hartley por pura casualidad".
Aun así, el científico planea mantener la mirada atenta durante las próximas noches, especialmente el 2 y el 3 de noviembre. Es entonces cuando la potencial lluvia de meteoros al estilo Hartley sería más intensa, de acuerdo con los cálculos hechos por el experto en meteoros Peter Brown, de la UWO.
El cometa estuvo en su máximo acercamiento a la Tierra el 20 de octubre, pero ese no es necesariamente el tiempo en que la lluvia alcanza el máximo. Cooke explica: "El cometa ha estado arrojando polvo espacial durante miles de años, creando de este modo una nube que es mucho más grande que el cometa mismo. La presión de la radiación solar y los encuentros planetarios causan una divergencia entre el cometa y la nube de polvo —no mucho, pero sí lo suficiente como para hacer que la fecha de la lluvia sea diferente a la fecha del máximo acercamiento del cometa".
En caso de que haya una lluvia al estilo Hartley, "y ese es un gran 'EN CASO DE'", dice Cooke —emanaría de la constelación de Cygnus (el Cisne), visible para observadores localizados en el hemisferio norte casi directamente sobre la cabeza después de la puesta del Sol, a principios del mes de noviembre. La interferencia de la Luna no debería ser problema. El 2 y el 3 de noviembre, la Luna será una delgada media luna, proporcionando de esta manera cielos oscuros ideales para observar meteoros.
"Definitivamente tendré nuestras cámaras encendidas", dice Cooke. "Es probable que sea un no–evento. Por otro lado", dice, "podríamos descubrir una lluvia de meteoros totalmente nueva".Fuente: NASA leer mas
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