josé manuel nieves / madrid
La cita tendrá lugar dentro de apenas diez días, el próximo 4 de noviembre. Será entonces cuando la misión "caza cometas" Deep Impact, la misma que en 2005 estrelló un proyectil de 400 kg contra el cometa Tempel 1 (en el vídeo, abajo), pase a sólo 702 km de distancia de su segundo objetivo, el Hartley 2. El ingenio tomará las que se supone serán las mejores imágenes de un cometa conseguidas hasta ahora. Y obtendrá datos de primera mano sobre una reliquia helada y que procede de los lejanos tiempos en que se formó nuestro sistema planetario. "Existen miles de millones de cometas en el Sistema Solar - afirma Lori Feaga, de la Universidad de Maryland y uno de los científicos de la misión-, pero solo es la quinta vez que una nave espacial pasará lo suficientemente cerca de uno como para captar imágenes de su núcleo".
El Hartley 2 es un pequeño cometa de apenas 1,5 km de diámetro, y realiza una órbita completa alrededor del Sol cada seis años y medio. Cuando se encuentre con Deep Impact, el cometa estará en su momento de máxima actividad, que coincide con su proximidad al astro rey.
Igual que el resto de los cometas, la órbita del Hartley 2 es muy alargada y transcurre muy alejada del Sol durante la mayor parte del tiempo, por lo que la aproximación del próximo 4 de noviembre constituye una extraordinaria oportunidad para estudiarlo. De hecho, la acción de los rayos solares vaporizará las capas superficiales de su núcleo helado, lanzando al espacio auténticas erupciones de polvo y gas.
El objetivo de la misión es, precisamente, obtener la mayor cantidad de datos posible sobre la composición de este cometa y compararla con la de otros ya conocidos, lo que nos dará nuevas claves sobre el origen mismo del Sol y de sus planetas. "Los cometas -explica Sebastien Besse, también astrónomo de la Universidad de Maryland- son el material de construcción sobrante de nuestro Sistema Solar". Cuando los planetas se formaron a partir de la nebulosa solar en rotación, innumerables fragmentos que no cuajaron salieron literalmente despedidos hacia el exterior y se convirtieron en cometas.
En picado hacia la cola
Durante el encuentro, que sólo durará un día, la Deep Impact se lanzará en picado hacia la brillante cola del cometa y se dirigirá hacia el núcleo, que fotografiará con sus cámaras de alta resolución. "Esperamos ver con gran detalle los rasgos del rostro del cometa, lleno de cicatrices -asegura Beese-. Incluso podremos ser capaces de decir de dónde salen exactamente los chorros de gas".
Los instrumentos de la nave, dos telescopios equipados con cámaras digitales en color y un espectrómetro de infrarrojos, ya están preparados para captar a su escurridizo y rápido objetivo. Deep Impact tomó su primera imagen del Hartley 2 el pasado 5 de septiembre, cuando aún se encontraba a más de sesenta millones de km. de su objetivo.Construida inicialmente para cumplir la misión que lleva su nombre, la Deep Impact lanzó un proyectil metálico, en el año 2005, contra el cometa Temple 1, provocando una pequeña explosión en su superficie que fue fotografiada por los instrumentos de la nave.
Ahora, la sonda se utiliza para otros fines, como el estudio y seguimiento de varios objetos y cuerpos celestes dentro de la misión Extrasolar Planet Observation and Characterization (EPOXI), de la NASA. Pero los investigadores no han querido desaprovechar la ocasión de hacer que la nave estudie este nuevo e interesante superviviente de la construcción del Sistema Solar.http://www.abc.es leer mas
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