La astronomía es la ciencia de lo grande. De lo maravillosamente grande. De los más grandes números, los más grandes espacios, las más grandes cosas y los más grandes tiempos. Es leña inagotable para alimentar los fuegos del pensamiento y la imaginación. Provocadora y seductora como ninguna otra ciencia. Y siempre dispuesta a despacharse con alguna sorpresa de esas que patean el tablero. Ahora, la gran novedad viene del lado de las estrellas. De aquellos soles lejanos. Hace apenas unos días, un equipo internacional de astrónomos dio a conocer los resultados de una larga y paciente investigación, en la que echaron mano al fabuloso Very Large Telescope (VLT), ese megaobservatorio situado en los negros y prístinos cielos del norte de Chile. El sólido paper, que acaba de ser publicado en el Monthly Notices de la Royal Astronomical Society, da cuenta de un puñado de estrellas prodigiosas, ultrapesadas, enormes, y millones de veces más brillantes que nuestro humilde Sol. Una de ellas marcha orgullosa al frente del pelotón. Se llama R136a1, y es la estrella más masiva que jamás se haya encontrado: su azulado cuerpacho de gas ardiente, de unos 50 millones de kilómetros de diámetro, carga con 265 veces la masa del Sol. En esta edición de Futuro, conversamos con Paul Crowther, el astrofísico británico (Universidad de Sheffield) que comandó esta resonante y exitosa pesquisa científica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario